Madrid, Barcelona, Andalucía y Levante asumirán una iniciativa que ya acogen Ceuta y Melilla
El Gobierno impartirá clases de religión islámica a partir de enero
Las asociaciones católicas de padres no dan crédito tras el trato a la asignatura tradicional
La directora general de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico-Godoy, anunció ayer en Melilla que a principios del año 2005 se empezará a impartir clases de religión islámica en algunas zonas de la península, tal y como viene haciéndose desde hace años en Ceuta y Melilla. Durante el primer trimestre se iniciarán en las ciudades con más presencia de musulmanes, entre las que se encuentran Madrid, Barcelona y en las de Andalucía y Levante. Asociaciones católicas de padres de alumnos mostraron su extrañeza porque el Gobierno quiera casi eliminar la clase de religión católica y a la vez esté introduciendo clases de Islam. La Federación de Entidades Religiosas Islámicas contempló con alegría este anuncio aunque pidió un mayor número de profesores. La responsable de Asuntos Religiosos visitó ayer un colegio de Melilla donde se imparten clases de Islam y dijo que la experiencia de esta ciudad, donde se implantó esta asignatura hace cuatro años, puede servir para el resto del país «porque es un laboratorio fenomenal por lo bien que funciona». Por otro lado, dijo que el Gobierno no controlará los mensajes que dirigen los imanes en las mezquitas y abogó por que sean los propios musulmanes que acuden a estos templos los que realicen «un autocontrol» para evitar que se lancen discursos extremistas o que fomente el terrorismo. En este sentido, subrayó que «los fieles son los primeros en controlar y rechazar de su seno a las personas que vienen a manipularlos porque el uso de la religión para apoyar fines no religiosos es tan viejo como la historia» y así señaló que «ahora está ocurriendo hasta cierto punto con el Islam, pero podemos poner ejemplos desde hace miles de años porque se ha hecho siempre y son los propios fieles los que tienen que expulsarles». Además Rico-Godoy se manifestó en contra de trasladar a España la conociday polémica Ley del Velo que ya se aplica en Francia porque a su juicio, es estos momentos es más importante evitar que se saquen de las aulas a alumnas de 12 años «para casarlas».