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Además de disminuir el deseo sexual, provoca trastornos del sueño y falta de bienestar general

El 68,5% de los hombres leoneses de 45 a 74 años sufren andropausia

La mayoría atribuyen los síntomas a la edad y no los consultan con el médico

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europa press | barcelona

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Si es usted un varón y tiene entre 45 y 74 años tiene un 50% de posibilidades de padecer andropausia. No es la menopausia, aunque tiene algunas similitudes. La primera encuesta nacional sobre salud del hombre y andropausia o andropenia descubre estos preocupantes resultados. La mitad de los varones en esa franja de edad arrojan la sintomatología típica de la andropausia que, en el fondo, es una carencia de hormonas que revierte en un descenso del deseo sexual, pero también en otros aspectos que van desde las dificultades para conciliar el sueño a una disminución en la sensación de bienestar general. Según este novedoso estudio, uno de los principales problemas de esta patología reside en que apenas se conoce y la mayor parte de los varones que la padecen lo atribuyen simplemente a las consecuencias del envejecimiento, cuando en realidad se trata de algo más que eso, es decir, tiene un tratamiento que palía el irrefrenable paso del tiempo. Pero la encuesta señala que menos de un 1% de los afectados ha seguido un tratamiento farmacológico para evitar las consecuencias de la falta de hormonas. Así, l 70,2 por ciento de la población encuestada no sabe lo que es la andropausia, mientras que el 86,3% lo identifica únicamente con la función sexual. La encuesta refleja una incidencia dispar en las comunidades autónomas. Castilla y León, Madrid y Castilla La Mancha cuenta, según el informe, con un 68,5% de población masculina que sufre estos signos de alerta. Estas cifras sólo son superadas por Canarias y Baleares, con un 73,3%, colocándose en el otro extremo de la balanza autonómica Cataluña, con un 30,9 por ciento.. Como la menopausia Para el doctor Ignacio Moncada, urólogo y presidente de la Asociación Española para la Salud Sexual, el desconocimiento del problema «nos retrotrae a la misma situación que ocurría con las mujeres hace 25 años». Aunque el diagnóstico puede efectuarse con un simple análisis de la testosterona libre (la que no está en la sangre) esa prueba sólo fue prescrita al 9,2% de los pacientes que acudieron a su médico con síntomas del problema. La testosterona, clave para pa-liar el problema, no sólo sirve para mejorar el deseo sexual, sino que facilita el incremento de la masa muscular, la densidad ósea e incluso mejorar la capacidad de concentración. Los tratamientos con testosterona son la única soluión para esta patología, que no tiene cura. En cualquier caso, los andrólogos llamaron también la atención sobre un uso de la hormona fuera de control médico, que puede acelerar un cáncer de próstata en caso de que éste sea incipiente.

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