En España se recuperan 3,6 toneladas de papel, la mitad del consumido

España cuenta actualmente con más de 25 millones de hectáreas arboladas de las que las dos terceras partes son aprovechables. Sin embargo, el abandono del mundo rural y la proliferación de especies de crecimiento lento (alcornoque, pino, roble) dificultan el desarrollo de una «cultura forestal» que permita valorar como se merecen los recursos madereros de los montes, y son una de las causas de que se importe el 20% de la madera que se utiliza. Según se recoge en el Informe de Sostenibilidad, elaborado por ASPAPEL, la patronal maderera española, sólo se tala cada año el 2,2% de las existencias nacionales, cuyo destino son aprovechamientos como la industria del mueble, la construcción o el cartón. En el estudio se afirma también que la materia prima que utilizan las papeleras en la producción de celulosa procede de especies de crecimiento rápido y aseguran que esta práctica produce beneficios ambientales porque actúan como sumideros de CO2, aumentan el manto verde y se respetan los bosques naturales. Sin embargo, una de las asignaturas pendientes es la escasa implantación de la de la certificación maderera, un sistema con el que se pretende controlar la tala de bosques y asegurar su continuidad y gestión forestal sostenible. En la actualidad, sólo afecta a unas 300.000 hectáreas, de las que la tercera parte corresponden a Castilla y León. Donde España sí ocupa los primeros lugares de Europa es en el reciclaje de papel ya que se recuperan anualmente más de 3,5 millones de toneladas (el 50% de lo que se consume).