La combinación entre la innovación y los valores tradicionales hacen de Irlanda el país donde mejor se vive
El Tigre Celta ha vuelto a rugir. El semanario británico The Economist acaba de certificar que el milagro irlándés no fue únicamente de índole económica. El país que a principios de los ochenta soportaba una de las tasas de desempleo más altas de Occidente, y que junto con Grecia y Portugal encabezaba todos los índices de pobreza de la Unión Europea, se ha convertido, treinta años después, en el lugar del mundo en el que se vive mejor, según el anuario El mundo en el 2005 editado por la influyente publicación. El listado, del que forman parte 111 países, es fruto de la aplicación de un complejo sistema de ecuaciones en el que se consideran asuntos como la salud, el bienestar, la estabilidad política, la seguridad laboral, la igualdad de sexos y, en cierta medida, el clima. A Irlanda, actualmente el cuarto país del mundo en renta per cápita, los autores del estudio le conceden 8,33 puntos de los 10 posibles «porque ha sabido combinar de manera satisfactoria los elementos más deseables de lo nuevo, como un bajo índice de desempleo, con los mejores aspectos de lo antiguo, como la estabilidad familiar».El éxito del sistema irlandés contrasta además con la crisis del modelo británico. Gran Bretaña ocupa en la lista el puesto 29, el más bajo de los 15 países de la UE anterior a la ampliación. Y es que, a pesar del alto nivel de renta del Reino Unido, han actuado como elementos negativos la falta de vida comunitaria, la reducida expectativa de vida y los altos niveles de divorcio, un aspecto éste muy cuestionado por la conservadora The Economist . Además de Irlanda, los nueve países mejor situados son Suiza, Noruega, Luxemburgo, Suecia, Australia, Islandia, Italia, Dinamarca y España, ubicada en un ventajoso décimo puesto si se compara con el 25 que ocupa Francia o el 26 de Alemania. Este ranking anual constituye una fuente de información para inversores y analistas.