El Gobierno puede prohibir a los padres que castiguen físicamente a los hijos

El Gobierno podría modificar el Código Civil para prohibir a los padres la imposición de «castigos físicos o humillantes» a sus hijos. La secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcarce, anunció ayer esta posibilidad en el acto institucional de celebración del Día Internacional de los Derechos de la Infancia, que se desarrolló en el Congreso de los Diputados. Se trataría -dijo- de modificar la actual redacción del artículo 154, de modo que, además de reconocer los derechos que asisten a los menores en el seno de la familia, regule también la posibilidad de que los padres puedan solicitar a las autoridades «la asistencia necesaria» para el ejercicio de la patria potestad. El Ejecutivo comparte la preocupación expresada por diversas organizaciones sociales sobre la actual redacción de este artículo, que sólo exige que la patria potestad, con deberes como velar, educar, alimentar y formarlos integralmente, se ejerza siempre «en beneficio de los hijos, de acuerdo con su personalidad». La Convención de Derechos del Niño, que cumple ahora 15 años, obliga a los gobiernos firmantes a garantizar el reconocimiento de los derechos civiles de los menores y elevarlos a la categoría de ciudadanos, recordó la secretaria de Estado. Los menores -dijo- deben dejar de ser un elemento privado de las familias y pasar a ser «uno de primer orden de la sociedad». Valcarce recordó los dramas que aquejan a millones de niños en todo el mundo; la pobreza y sus consecuencias, la explotación laboral, el comercio sexual, la guerra y el sida, en particular en los países en vías de desarrollo. Con todo, los menores en los países ricos adelantados como España tampoco se libran de alguna de estas lacras, como la violencia intrafamiliar y en otros ámbitos. Acompañada por el presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, el presidente de la Plataforma de Organizaciones de Infancia, Juan Merín, y 150 chavales de cuarto de la ESO, Valcarce adelantó que su departamento ha formado un grupo de trabajo para elaborar el Plan Nacional para la Infancia y la Adolescencia y en el que, aseguró, se tomarán en cuenta las sugerencias de los niños. Enfatizó que la violencia no es un problema que afecte sólo a la infancia de otros países sino también a «nuestros hogares y escuelas, tenemos muy fresco en la memoria» la muerte de Jokin C., adolescente que se suicidó por el acoso de un grupo de compañeros, a principios de año. «Estamos trabajando para que estos hechos no se repitan», agregó Valcarce, quien recordó que hasta setiembre pasado hubo más de 35.000 denuncias de maltrato infantil (de padres a hijos) y 5.100 de denuncias de padres agredidos por sus hijos. Además, la organización de Cruz Roja informó que en el pasado año cerca de 220.000 niños vivían bajo el umbral de la pobreza».