Detenidas 91 personas en el mayor golpe contra la pornografía infantil

Noventa y una personas, entre ellas 21 menores, fueron detenidas en 24 provincias españolas -uno de ellos en León- en la mayor operación contra la pornografía infantil desarrollada hasta la fecha. El dispositivo policial permitió la incautación de más de un millón de fotografías y videos que se distribuían en internet protagonizados por niños menores de 13 años, incluso bebés, de nacionalidad extranjera. Los arrestados constituían una red de intercambio de material pornográfico con vínculos con otras organizaciones internacionales. A falta de cerrar «pequeños flecos», esta es la primera gran operación de la policía dentro del «nuevo impulso» del Gobierno en la protección de menores. Ingenieros informáticos, estudiantes, profesores universitarios, empleados del hogar, funcionarios y militares. Muchos hombres, alguna mujer y también menores de edad, todos de nacionalidad española. Este es el perfil concreto de los detenidos durante la operación Canal grande, que abarca a un amplio espectro de la sociedad española. Durante años, la red funcionaba a la perfección. Tenía un carácter horizontal, no había ninguna persona específica que distribuyera a los demás este material, y los involucrados contribuían a su desarrollo de con el mismo sistema utilizado en los programas de intercambio de archivos en la red. Un millón de imágenes Los implicados en la trama conseguían las fotografías en foros internacionales -incluso gratuitamente-, las almacenaban en sus ordenadores personales y las colocaban en páginas de internet de fácil acceso. Cualquier persona que use habitualmente la red podía acceder a las mismas con teclear en los buscadores palabras claves relacionadas con este tipo de delitos. El carácter anónimo de los consumidores hacía más compleja su localización para la policía. En los registros se intervinieron numerosos ordenadores portátiles, más de cien discos duros, miles de discos compactos y DVD's, en los que se almacenaban cientos de gigas de fotografías y videos de contenido pornográfico protagonizado por menores de 13 años. En las «macabras y escabrosas imágenes», a juicio del comisario Olivera, se podía presenciar a niños de muy corta edad -«desde escasos meses»- realizando todo tipo de actos sexuales. Incluso con adultos implicados. «Se trata de material pornográfico sin ningún género de dudas y no les recomiendo que vean esas imágenes», advirtió el comisario de la policía para calificar la dureza de las fotos. Además, Olivera, en una rueda de prensa ofrecida este miércoles para dar más detalles de la operación, hizo hincapié en la implicación de la veintena de menores en la red. Aseguró que tenían «gran conocimiento de internet» y eran «perfectos conocedores» de su implicación en el comercio ilegal de pornográfico infantil y el delito que ello conllevaba. También indicó que entre los detenidos no se encuentra ningún padre de los 21 menores arrestados, ya que en ninguno de los casos conocían los asuntos en los que estaban metidos sus hijos. En una breve comparecencia vespertina, el ministro del Interior, José Alonso, manifestó que esta operación se enmarca dentro de la intención del Gobierno de poner todos los medios para atajar las redes de pornografía infantil a través de internet, «una lacra en el mundo en el que vivimos», aseguró.