Desperdicio

MISTERIO misterioso: Tras comer un bolsón de comida-burger de nodriza multinacional, tras engullir hamburguesas y bebidas y patatas tiesas y ensaladas y pollos y pollas y lo que te allí te echan, tras -pásmate Román- haber vaciado de jalufen y vianda esa bolsa de papel, resulta que el desperdicio, la basura generada tiene más tamaño que cuando salió esa bolsa del establecimiento, milagro, no es posible. Y lo es. Recogido todo aquel esparramamiento, irán a la basura restos no comidos, salsas que pringan y salsas en bolsitas que mueren sin abrirse porque te ponen un puñado de ellas en cada recado, plásticos de toda ralea, vasos desechables, estuches, profilácticos de celofán, bandejas de cartoné estañado, envoltorios, más bolsitas, cubiertos de plástico de breve existencia, una resma de servilletas de papel (celulosa que se lleva el diablo mordiendo un trozo de bosque), unos cartones de propaganda, el díptico de nuevas promociones, un regalito para el nene fosforito.... y ya tenemos al chaval zampando como un troglodita y más contento que un concejal con patines, refocilado en quéchup y amarilleado con mostaza para pintar la bandera española en los morros y aliviarse de culpa de moda extranjera. A la hora de recoger ese fregado esparcido es cuando se demuestra lo que arriba se sostiene: la mierda abulta más que la propia realidad, de la misma forma que en la vida hay más desperdicio que chicha. Finalmente, ese bolsón recrecido de basura y despilfarro irá al vertedero. Son mostazas hechas en Michigan, carne triturada en Holanda, verduras argelinas, fancesas o del mismo Murcia, plásticos de Dortmund, cartonajes finlandeses, cremas y salsorras de origen incierto, envoltorios de cualquier país. Jamás imaginó ese vertedero cazurro dar alojamiento a tantos materiales venidos desde confines tan lejanos, quitallá, jamás, ¿quién podría sospecharlo hace tan sólo dos décadas? Esos materiales hechos mierda han viajado más que lo que podría soñar un jubileta adicto a excursiones del Inserso. Si la globalización ya se palpa en los vertederos de estas galias ulteriores, ríndete rapaz; la cosa está confirmada; no hay vuelta atrás. Hoy la mierda viaja muy lejos y el señor Genaro, que no puede viajar porque está postrado e impedido, dice que a lo mejor, si se hace mierda, lo consigue.