El Gobierno aprueba un divorcio más rápido, barato y sin culpables

Divorciarse en España será más rápido, más barato y menos traumático para los cónyuges y los hijos. El Gobierno dio ayer el visto bueno a la reforma del Código Civil en materia de divorcio que introduce como principal novedad la posibilidad de que el juez establezca la custodia compartida de los hijos en caso de que haya común acuerdo e incluso si sólo lo solicita una de las partes. La eliminación de la necesidad de una separación previa de un año de la pareja para optar al divorcio reducirá los plazos. Y la derogación de la exigencia de alegar una causa para proceder a esa separación legal contribuirá a reducir la tensión entre la pareja al tiempo que impedirá que uno de los cónyuges aparezca necesariamente como culpable de la ruptura. Al eliminarse la separación previa se elimina también la doble tramitación legal, lo que redundará en un abaratamiento de los costes que, según algunos juristas, podría ser del 50%. Solución al litigio En caso de acuerdo, la custodia compartida estará prácticamente garantizada y será el juez quien establezca el convenio regulador. Cuando lo solicite sólo una de las partes y se origine por tanto un litigio, la reforma introduce numerosas cautelas para imponer la custodia compartida. Las principales son que el juez deberá contar con el informe del fiscal y escuchar la opinión de los hijos mayores de doce años y de los menores con juicio suficiente. La custodia compartida queda totalmente descartada en los casos en los que existan o hayan existido malos tratos. La reducción de plazos será especialmente notable en los divorcios de común acuerdo, que podrían resolverse mediante un juicio rápido que permitiría una sentencia en pocas semanas, según aseguró ayer el ministro Justicia, Juan Fernando López Aguilar. Para empezar los trámites de divorcio sólo será necesario que hayan transcurrido tres meses desde el matrimonio. Y en caso de que haya habido malos tratos ni siquiera será necesario esperar ese plazo. La nueva ley podrá aplicarse a los procesos ya en curso, de manera que quienes estén tramitando la separación ahora exigida podrán pedir directamente el divorcio. Eso sí, quienes quieran hacerlo tendrán un plazo de cinco días para decidir si se acogen a la nueva ley o mantienen el proceso por la anterior normativa legal. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, destacó la eliminación de la necesidad de alegar causa para el divorcio y aseguró que «el Gobierno quiere una separación y un divorcio sin culpables». «Si nadie te pregunta por qué te casas, nadie te debe preguntar por qué te divorcias», explicó la vicepresidenta.