Asedio a los juegos violentos

La preocupación por las imágenes violentas que bombardean a los más pequeños llega ahora a los videojuegos. En este sentido, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, anunció ayer una reunión «lo antes posible» con la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (Adeses) para analizar el cumplimiento del convenio de autorregulación en materia de videojuegos. Esta situación ha sido denunciada por varios organismos. Así, Amnistía Internacional ha elaborado varios informes alertando sobre la difusión de valores contrarios a los derechos humanos en videojuegos y detectó la presencia de «cámaras de tortura» en algunos de ellos en los que se fomentaba esta práctica. Durante su participación en el Día del Juego No violento, donde se mostraron varios productos con contenidos violentos o no ajustados a la edad que recomienda el envoltorio, Núñez Morgades recordó que en virtud del convenio, firmado el pasado julio, Adese se comprometía a velar para que la determinación de las edades y los contenidos fuera protectora de los menores. Clasificación europea Las clasificaciones siguen el sistema europeo Pegi, que se realiza en Holanda, explicó Morgades, quien cuestionó que los contenidos inadecuados se deban a una disparidad de criterios con ese país y mostró la necesidad de «revisar profundamente» estos productos así como «la forma de clasificar». El Defensor del Menor instó a los padres a supervisar los videojuegos de sus hijos y recomendó que no compren productos pirata porque carecen de clasificaciones y en muchos casos inducen a la violencia o provocan situaciones de confusión en los menores. «Es necesario hacer un acto de reflexión» en estas fechas de regalos y tener en cuenta que «el juego puede ser tan ayudante de la educación como dañino», recalcó. A su juicio, ante la irrupción de la nuevas tecnologías en los juegos las instituciones deben de contar con buenos profesionales que establezcan unas pautas y que éstas sean revisadas constantemente «porque los riesgos van a velocidades enormes». La tecnologías ha desbordado «también a la clase política», manifestó Núñez Morgades, quien abogó por crear «foros de profesionales adecuados» y legislación para proteger a los menores en este sentido. Asimismo instó al Instituto Nacional de Consumo y a las autoridades autonómicas a extremar las campañas para evitar la violencia en estos juegos. La representante de Amnistía Internacional (AI) Paloma González señaló que se han conseguido avances en la regulación de los videojuegos, como el código por el que la industria española garantizaba el funcionamiento de los criterios europeos en España, pero «queda mucho por hacer». González reclamó una legislación española para evitar la violencia en los videojuegos destinados al público más joven.