La Iglesia cuestiona la eficacia del preservativo para evitar el sida

Es irresponsable poner en manos de un menor un preservativo con el mensaje de que con su utilización se puede practicar el sexo seguro». Así se expresó ayer el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, mientras el ministerio de Sanidad presentaba su campaña de prevención hacia el VIH basada este año en el fomento del uso del condón. El Gobierno invertirá 1,4 millones de euros para difundir el lema «Por tí, por todos, úsalo», en el convencimiento de que una generalización de su uso mermaría sustancialmente la cifra de infecciones. Según la ministra, Elena Salgado, de los ocho contagios que se producen diariamente en España, «la mayoría» se dan por la vía de las relaciones sexuales. El portavoz de la Conferencia Episcopal afirmó sin embargo que los poderes públicos «no dicen toda la verdad» sobre la seguridad del preservativo y aseguró que hay estadísticas que demuestran que la promiscuidad, mediante campañas que hablan de sexo seguro con el uso del condón, aumentan los contagios. En este sentido, Camino insistió en que la mejor manera de prevenir los contagios pasa por la fidelidad: «Lo ideal es el amor fiel porque promueve la dignidad de las personas y previene las enfermedades». Expertos en moral Salgado evitó polemizar al conocer las declaraciones de Martínez Camino, aunque apuntó que mandar mensajes equívocos sobre la eficacia del preservativo «es una cierta irresponsabilidad». La ministra reiteró que los obispos «son expertos en moral», pero que el problema del sida «como batalla entre la vida y la muerte que es, compete a los expertos en salud». La ministra recordó que, en España, se han producido 42.149 muertes a causa del sida y que existen en torno a 120.000 infectados, aunque el tratamiento con antiretrovirales alcanza actualmente a 72.000 pacientes. Según la ministra, la guerra contra el sida «no se ha ganado ni en España ni en ningún otro país». Las consideraciones de los obispos sobre la eficacia del preservativo provocaron reacciones diversas. Entre ellas la de la Sociedad Española Interdisciplinar sobre el Sida que calificó las opiniones de los obispos como poco afortunadas.