Cerrar

Ambicioso plan para salvar al águila imperial en Doñana

Publicado por
T. Gómez león
León

Creado:

Actualizado:

El Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía han formalizado recientemente un ambicioso plan de actuaciones de emergencia para recuperar el águila imperial ibérica en el Parque Nacional de Doñana. El plan, redactado junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), contempla un conjunto de actuaciones de gestión de hábitats, mejora de la disponibilidad de alimento, disminución de la mortalidad y potenciación del éxito reproductor. En la actualidad, el futuro de este ave de presa, una de las más amenazadas del planeta y de la que apenas quedan unas 200 parejas reproductoras, pasa por un programa de cautividad que se lleva a cabo en la antigua laguna de La Janda (Cádiz). Según se indica desde el CSIC, una vez localizados los nidos, se seleccionan aquellos que tienen mayor mortalidad de pollos y se alimenta de forma suplementaria a las crías. Cuando tienen aproximadamente mes y medio, son soltadas en semilibertad recibiendo regularmente alimento en los posaderos previamente preparados. Dentro de este programa de cría en semilibertad, se han liberad o 5 pollos durante el año 2002, 6 en el año 2003 y otros 6 este año. Los biólogos del CSIC han podido comprobar que estos pollos, que teóricamente no habrían sobrevivido sin su intervención, se adaptan mejor que sus hermanos que viven con sus progenitores en el medio natural. Así, mientras en aquellos la tasa de mortalidad durante el primer año de vida es del 37%, los silvestres superaron el 60%. El objetivo del programa es que, como son soltados en zonas-puente, se confía en que al llegar a la madurez sexual (5 años) ayuden a conectar las poblaciones aisladas genéticamente ya que se trata de una especie que tiende a criar en el lugar donde ha nacido. Aunque hasta el momento los intentos para criar a esta especie en cautividad no han dado frutos (hay unos 40 ejemplares de águila en cautividad), los expertos siguen intentándolo porque confían que no hay motivos para pensar que no puedan criar en estas condiciones.