El brazo listo de la ley
Francia ha aprobado una disposición que introduce el uso de brazaletes electrónicos para vigilar a los delincuentes cuando salgan de la cárcel tras cumplir al menos cinco años de prisión
La disposición, integrada en un proyecto de ley que endurece las penas contra los reincidentes, salió adelante con los votos a favor de la conservadora y gobernante UMP, mientras que la centroliberal UDF se abstuvo y la oposición de izquierda votó en contra, pues denuncian lo que consideran «una doble pena». El uso de ese brazalete podrá ser impuesto durante 20 años para los delincuentes que reincidan y 30 años para los criminales. La imposición de ese artilugio será decidida por el tribunal de aplicación de penas, tras evaluar la peligrosidad del condenado. El ministro de Justicia, Dominique Perben, defendió la futura norma como un instrumento para «proteger mejor» a los ciudadanos. Perben destacó que la propuesta de ley evita la instauración de penas automáticas en caso de reincidencia y le ofrece la posibilidad a los jueces de adaptar las condenas «a las circunstancias en las que fue cometido el crimen o el delito, así como a la personalidad de la persona que lo comete». Perben logró un acuerdo con el grupo de la UMP en la Asamblea Nacional (cámara de diputados) para eliminar las penas automáticas, pero en contrapartida accedió al uso del brazalete electrónico y a que la segunda condena contra un delincuente sexual o que cometa actos con violencia no pueda acogerse a la exención de cumplimiento. La futura ley trata de responder a la fuerte emoción suscitada el verano pasado en la opinión pública francesa por los crímenes sexuales de dos asesinos en serie, Michel Fourniret y Pierre Bodein, que se habían beneficiado de reducciones en sus primeras penas por agresiones sexuales por su buen comportamiento en prisión, para retomar y agravar a su salida de la cárcel sus carreras criminales.