Una inversión de algo más de mil millones de euros permitirá conocer la vida oceánica
El censo de la biodiversidad marina descubre miles de nuevas especies
Se cartografiarán las montañas submarinas porque albergan especies únicas del fondo
Llevan trabajando varios años y no esperan concluir antes del año 2010. Se trata de un ambicioso proyecto, en el que participan científicos de cerca de un centenar de países, destinado a elaborar el censo de la biodiversidad marina del planeta. El objetivo de esta futura guía, que cuenta con un presupuesto cercano a los 1.000 millones de euros, es identificar los procesos ecológicos que influyen en la distribución, abundancia y relaciones tróficas de la fauna marina, así como las consecuencias derivadas de las grandes amenazas que sufren como la contaminación, el cambio climático y la sobreexplotación pesquera. De esta forma, además de clasificar nuevas especies, la investigación permitirá identificar las que están amenazadas, lo que ayudará a las autoridades pesqueras a poner en marcha estrategias para conservar los ecosistemas marinos. Para descifrar y evaluar la biodiversidad de los mares, los científicos tendrán la oportunidad de utilizar nuevas tecnologías, hasta ahora no empleadas con este fin, como sensores, dispositivos de visualización o vehículos submarinos autónomos que pueden descender a grandes profundidades. En este sentido, este año se ha incorporado a los trabajos el buque oceanográfico «G. O. SARS», dotado con equipos de sonar y observación marina de última generación con los que se puede realizar el seguimiento de las grandes especies como ballenas, atunes o tortugas. Se pretende, igualmente, cartografiar las montañas submarinas, de las que se conoce la existencia de 14.000, porque albergan especies que no existen en otras partes del fondo marino. Según ha hecho público el Sistema Oceanográfico de Información Biográfica, los trabajos se han centrado hasta el momento en los primeros 200 metros de profundidad y se han realizado más de 5 millones de registros que reflejan la distribución de las 38.000 especies marinas conocidas hasta ahora (unas 16.000 son peces). El censo recoge, además, la existencia de 13.000 nuevas especies y los científicos calculan que cuando se rastree por debajo de los 2.000 metros, más de la mitad de las muestras serán desconocidas para la ciencia. Entre los descubrimientos realizados, los investigadores destacan dos especies de pulpo que viven en aguas de la Antártida, estrellas de mar en el Ártico, un gusano excavador que supera los 20 centímetros de longitud.