Del mar a la medicina

Hay otra interesantísima aplicación posible del GPR, descubierta precisamente gracias a otro naufragio. Mientras observaba a unos buceadores buscar los restos detectados con el radar, el doctor Colin Stove, observó que en las pantallas aparecían también los cuerpos de los observadores. Las consecuencias de ese fenómeno son inmensas, pues significan que un instrumento de diagnóstico mediante GPR podría resultar mucho más rápido, seguro y eficaz que los rayos X. Esa característica especial del GPR llamada resonancia atómica dieléctrica produce imágenes en 3D que ayudarían a detectar mejor la posición de los tejidos enfermos y a hacer un mejor diagnóstico y seguimiento de las enfermedades. El GPR emite muchas menos radiaciones que un teléfono móvil, por lo que resultaría muy seguro tanto para el enfermo como para el operario. Esta aplicación médica está siendo investigada por un equipo dirigido por Alistair Kirkpatrick, ex-director del programa de diagnóstico de Scottish Breast Cancer, que actualmente trabaja también en Radar World.