El resto está devastado. No hay luz ni agua potable. Ni ánimo entre los pocos habitantes que quedan en ella.
En Biloxi, las pérdidas se cuentan por miles de millones de dólares y se cree que podría haber muerto un centenar de personas, según las autoridades.
Los equipos de emergencia humanitaria esperan poder llegar a tiempo con la ayuda a los lugares más castigados por el huracán «Katrina», donde las víctimas lo han perdido todo y permanecen conmocionadas.
Dentro del estadio de fútbol americano de Nueva Orleans, el célebre Superdome, se vive otra gran crisis humanitaria. Decenas de miles de refugiados que buscaron albergue allí están hacinados en condiciones precarias como en una trampa gigantesca.
Por toda la inundada Nueva Orleans, se está llevando a cabo una carrera contrarreloj para evacuar de urgencia la zona.
Las autoridades de Luisiana, Misisipi y Alabama temen que ascienda a centenares el número de muertes causadas por el huracán. Sus efectos son desoladores y su fuerza no respeta a nadie ni a nada.
Inundaciones, incendios, aguas servidas que emergen de alcantarillados saturados o damnificados que esperan su rescate desde los tejados de sus casas conforman el panorama de las ciudades costeras de esos estados.
El huracán «Katrina» llegó a Nueva Orleans y arrasó sus calles. Sus efectos podrían provocar que cerca de un millón de personas se queden sin hogar en el estado de Luisiana.
Una lluvia torrencial y violentos vientos se abatieron sobre Nueva Orleans, anegando calles y derribando árboles y postes de tendido eléctrico.
Las operaciones de rescate continuaban durante la noche en Nueva Orleans y otras ciudades donde cientos de personas están atrapadas por las inundaciones.
Nueva Orleans está construida en el delta del río Misisipi y buena parte de la urbe se encuentra bajo el nivel del mar, rodeada de diques, lo que la hace muy vulnerable a los oleajes y mareas.
La mayor parte de la ciudad se quedó sin energía eléctrica y varias calles estaban bajo el agua.
Tras arrasar Nueva Orleans, el huracán azotó el estado de Misisipi. Desde que llegó a la costa de Estados Unidos, el «Katrina» ha provocado la muerte de unas 60 personas.
Las autoridades de Nueva Orleans ordenaron la evacuación obligatoria de la ciudad debido a la proximidad del huracán Katrina , que se acercaba a la ciudad con vientos de 280 kilómetros por hora.
Treinticinco mil residentes de la ciudad que no han podido abandonarla por su estado de salud o por la falta de medios económicos se han refugiado en el gran estadio «Superdome».
O en refugios de la Cruz Roja, como éste en una iglesia metodista, donde además de la familia Castro que se ve en la imagen se resguardaron otras 360 personas.
Las personas que sí salieron de la ciudad quedaron atrapadas en las autopistas de salida, donde se agolpaban miles de vehículos.
Lamentablemente «Katrina» provocó accidentes automovilísticos como éste, en el cual el conductor perdió el control de su vehículo, en una autopista de Florida.
Algunas partes del techo del estadio «Superdome» se desprendieron a causa de los vientos del huracán y hubo que trasladar a miles de personas allí refugiadas a otras áreas del recinto.
El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ha advertido de que los ciudadanos deben estar preparados para «daños catastróficos» que «llevará semanas reconstruir».
Otros han sido más alarmantes y opinan que a causa de «Katrina» se puede experimentar un «equivalente al tsunami del sur de Asia en términos de daños».
El huracán «Katrina», avanza hacia las costas de Luisiana con el máximo nivel de fuerza.
La fuerza de este huracán, muy temido, ha provocado que, ante su inminente llegada, se evacúe la ciudad de Nueva Orleans.
Para acelerar la salida, las autoridades mantienen varias de las autopistas con todos los carriles en dirección al interior, donde se aglomeran miles de automovilistas.
«Katrina» ha alcanzado el máximo nivel de fuerza, la categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson, que es la que se atribuye a un huracán con capacidad de causar daños catastróficos y muchas víctimas mortales.
Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH), «Katrina» avanza con vientos sostenidos de hasta 280 kilómetros por hora y rachas aún más fuertes.
El ojo del huracán se encuentra a unos 360 kilómetros al sur-sureste del delta del río Misisipi.