Los helicópteros no logran encontrar una patera a la deriva

Los helicópteros que ayer rastrearon la costa de Fuerteventura no lograron divisar la patera que se encuentra a la deriva desde ayer y que es como «una cáscara de nuez en la inmensidad del océano», reconocieron fuentes de la Guardia Civil. La complejidad de encontrar una embarcación a la deriva es tal -explicaron-, que el viernes tres helicópteros buscaban una patera perdida que llegó a Pozo Negro, donde volcó, sin que fuera detectada. Es como buscar una aguja en un pajar, aseguraron las fuentes, que aseveraron que es «sumamente complejo» porque con sus apenas seis metros en la inmensidad del océano es necesario contar con la fortuna, pues es como una cáscara de nuez que se camufla en las olas y apenas es apreciable desde el aire. Uno de los ocupantes de la embarcación llamó ayer a las 16.00 horas a un conocido suyo residente en Madrid, que alertó a los servicios de emergencias de que una patera, explicó el inmigrante en francés, se encontraba a la deriva tras averiarse el motor. Con el mismo teléfono móvil se realizó otra llamada a las 18.00 horas a un inmigrante que vive en Murcia y que avisó a la Guardia Civil. Desde entonces, no se ha podido volver a establecer contacto con la patera, pues cuando se intenta salta el buzón de voz o el teléfono está fuera de cobertura, añadieron. Los servicios de emergencias comenzaron a rastrear el mar y a sobrevolar el litoral, pero ni ayer ni hoy han podido encontrarla, se lamentaron. En esta ocasión ni siquiera se ha podido acotar la zona, lo que sí es posible cuando la llamada de móvil se recibe a través de los repetidores de Fuerteventura, detallaron las fuentes. Las condiciones meteorológicas son además adversas porque hay mar gruesa, olas de hasta dos metros y viento racheado, a pesar de lo cual confían en encontrar la barquilla.