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Reconoció en un programa de televisión que fue ella quien le facilitó el vaso con el cianuro

Ramona confiesa que por amor ayudó a morir a Ramón Sampedro

La familia del tetrapléjico no encuentra sentido ni utilidad a esas manifestaciones. La declaración podrí

Publicado por
Sara Ares
León

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Cuando están a punto de cumplirse siete años de la muerte de Ramón Sampedro (oficialmente, el aniversario se celebra mañana), una de las personas que más cerca estuvo de él en la recta final de su vida decidió ayer romper el silencio, celosamente guardado durante todo este tiempo, en torno a las claves del desenlace de uno de los suicidios asistidos que más ha conmocionado a la opinión pública mundial en los últimos tiempos. Ramona Maneiro confesó públicamente, por primera vez, que fue ella quien facilitó los medios necesarios al tetrapléjico sonense para que éste pusiera fin a su vida y, a su vez, describió su cooperación como un acto de amor. Para desentrañar la madeja, la protagonista de esta historia eligió un plató de televisión de la cadena estatal Telecinco. En el estreno del nuevo programa de Ana Rosa Quintana, Ramona Maneiro desveló un enigma cuyo misterio muchos ya conocían o intuían, pero que hasta ahora ella no había querido revelar con luz y taquígrafos por temor a posibles repercusiones penales. ¿Por qué lo hace ahora? Los motivos que alegó son varios, pero fundamentalmente se resumen en su deseo de «compartir ese momento con todo el mundo para que cesen las especulaciones». En un comunicado difundido por Telecinco, la cadena asegura, además, que el delito que se le podría imputar (se deduce que sería el de cooperación al suicidio), ha prescrito. También afirman que Ramona Maneiro, con la que ayer resultó imposible contactar, no ha percibido ninguna compensación económica por acudir al programa. Reconstrucción «Hago una serie de reparticiones con el cianuro que tenía, el vaso en la cocina con la cantidad de agua que él me decía y le echo aquella cantidad de cianuro, le pongo la pajita y se lo pongo donde él quería. Preparé el vídeo y le di al botón. Yo me quedé allí, detrás de la cámara, y al final me dijo: «Después de que beba, no mes des un beso en los labios». Ésta fue, a grandes rasgos, la reconstrucción que ayer hizo Ramona Maneiro de cómo fue la muerte de Ramón Sampedro. La invitada reveló, además, que por amor había consumado dos acciones en su vida: tener a su hijo y estar con Ramón. Sin embargo, a ojos de la familia del tetrapléjico sonense, su confesión carece de valor porque no aporta nada nuevo. Una sobrina del fallecido Ramón Sampedro, Manuela Sampedro, manifestó ayer que no le ve la utilidad a esas declaraciones y que cree que Ramona Maneiro. que acompañó y cuidó a Sampedro, peca quizás de afán de protagonismo. «Le puse el vaso con la pajita. Preparé el vídeo y le di al botón. Me quedé allí detrás de la cámara y él me dijo que, después de que bebiera, no le besara en los labios RAMONA MANEIRO Compañera de Ramón Sampedro