Pobreza y enfermedades generan más inseguridad que el terrorismo

La pobreza, las enfermeda-des infecciosas y el deterioro medioambiental son, y no el terrorismo internacional, los verdaderos ejes del mal que anebazan el planeta y que amenazan con desestabilizarlo en forma de conflictos, guerras y lucha por los recursos. Una conclusión así de contundente se recoge en el informe El esta-do del mundo 2005, que desde 1975 elabora el prestigioso insti-tuto independiente Worldwacht y en el que se analizan los indi-cadores ambientales y sociales que ofrecen un diagnóstico de la situación de la Tierra. El voluminoso estudio, pre-sentado simultáneamente en Washington y Barcelona, ad-vierte de que la guerra contra el terrorismo ha distrado la aten-ción del mundo hacia las causas básicas de la inestabilidad y la inseguridad mundial. «Si no se identifican estos peligros y si no se responde ante ellos, el mundo se arriesga a recibir la sorpresa que le reservan las nuevas fuerzas de la inestabilidad, de la misma manera que los atentados terroristas del 11 de septiembre sorprendieron a EE. UU.», resalta el presidente de Worldwatch, Christopher Flavin. En el prólogo de la obra, Mijail Gorbachov demanda una «glasnot mundial» y una política de «compromiso preventivo» para abordar los retos de la pobreza, las enfermedades y la degradación ambiental. Un ejemplo de este peligro lo constituyen los más de 200 millones de jóvenes sin empleo localizados en más de 100 países en vías de desa-rrollo. La pobreza y la falta de expectativas puede convertir-los, según Worlwatch, en una «fuerza desestabilizadora» y caldo de cultivo para caer en la delincuencia, colaborar en revueltas o participar en grupos extremistas. El estudio también advierte de que la continua dependencia mundial del petróleo «alimenta las rivalidades geopolíticas, las guerras civiles y las violaciones de los derechos humanos» en el planeta.