Las frondosas son las especies en las que se ha apreciado más claramente la mejoría
El 85% del arbolado de nuestro país presenta un buen estado de salud
Los insectos defoliadores y perforadores y los hongos, son las peores amenazas
El Inventario de Daños Forestales se realiza desde el año 1987 para el seguimiento de los daños apreciados en los bosques, en particular los relacionados con la contaminación atmosférica, y consiste en revisar los puntos de una red de 16x16 kilómetros sistemática y aleatoria, tendida sobre la superficie forestal europea. Según se recoge en el Inventario de Daños Forestales 2004, en el que se han revisado 620 puntos y evaluado un total de 14.880 árboles, el estado general ha experimentado una importante mejoría en comparación con el año 2003. Si el año pasado el 83,3% de los ejemplares tenían algún tipo de daños, los resultados actuales reflejan que el 85% del arbolado presenta un estado saludable, con una pérdida de volumen foliar que no sobrepasa el 25%. En el estudio también se refleja que el 13% de los pies aparecen con una defoliación superior al 25%, mientras que entonces la cifra superaba el 14%. Además, se calcula que el porcentaje de ejemplares muertos es del 2%, dos décimas menos que el año anterior. Las frondosas (encina, roble, haya, castaño, especies de ribera) son las especies en las que se aprecia más claramente la mejoría, que llega hasta el 84% de los árboles, con menos del 15% de pies dañados y un descenso significativo en el número de ejemplares muertos, que pasa del 3 al 1,6%. Las coníferas (pinos, sabinas) también han experimentado una ligera recuperación manteniendo en los mismos niveles el porcentaje de ejemplares sanos (86%), reduciendo del 13 al 12% el de dañados y del 2,5 al 1,4% el de pies muertos. Los enemigos del bosque Entre las amenazas más graves que han sufrido los bosques en este año destacan los insectos defoliadores (Lymantria sp. y Thaumetopoea pityocampa) y los perforadores (Ips. sp.) en pinares, encinares y alcornocales. También hay citas frecuentes de Gonipterus scutellatus en eucaliptos, Altica quercetorum y otros defoliadores en frondosas, y niveles de infestación cada vez más generalizados de Viscum album. Los daños por Coroebus florentinus en quercíneas son constantes y la presencia de Microsphaera alphitoides en zonas húmedas es más reducida. Entre los hongos, destacan los defoliadores de coníferas, especialmente Sphaeropsis sapinea. En el informe se destacan también las citas de debilitamiento generalizado del arbolado en algunas zonas del centro peninsular y sureste relacionadas con déficits hídricos, y procesos de decaimiento, que pueden tener su origen en la presencia de altas poblaciones de insectos perforadores, así como los daños por Seca que afectan principalmente a quercíneas en Andalucía, Extremadura y sectores de Castilla y León y Castilla-La Mancha.