Meteduras

EN ESE torpe asunto de Enervisa alguien, sin duda alguna, metió la pata y confiemos en que no también la mano, que es cazo en tocando a dineros y corretajes. Aceptemos que sólo fue pata; y hasta el corvejón, con altísimo coste público. ¿Alguien dimitió por la torpeza?, ¿alguien pidó al menos disculpas por error o ineptitud?, ¿aceptó alguien su responsabilidad en esta torcedura garrafal?, ¿hubo algún cese?... Con el Musac de los Vacíos ocurrieron también errores, imprevisiones, incumplimientos y replanteos. Lo que iba a costar dos mil millones de leandras se les fue a seis mil, mucha mecha; y con los plazos, tururú. Alguien erró, engañó, apañó o disparató cuentas. Su capacidad profesional nos ha costado a mayores un huevo y un forro de mil pares. ¿Dimitió alguien por ese error de tantísimo bulto que ha significado un impacto profundo en las arcas de la cultura?, ¿dio siquiera una explicación medianeja?, ¿presentó alguien auditoría? o, lo más inquietante, ¿alguno la pidió?, ¿quién ensayó disculpa política por tanta pedrada en ojo de boticario?... aunque, teniendo en cuenta de que aquí hablamos de divinidades arquitectónicas y de una catedral civil ultragótica para excitar únicamente un culto religioso a la postmodernidad trepidante y delirante, retiro las preguntas, señor secretario, y que no consten en acta. Otra perla, Museo de Caza, que así lo llamaban al exigir cuartos; y sólo es museo cinegético, pues toda aquella vida falsa inflada de serrín fue abatida en su día a balazos en Kenia o en Manchuria por alguien que dijo ¡esa vida es mía!, pum, pum, te jodí, antílope lerdo, hazme una foto entre sus cuernos y empaquétamelo, que me lo llevo para que alucinen los palurdines de mi pueblo con las hazañas de un cazador obseso. Ahora le acabarán llamando el milagroso Santuario de la Vida Silvestre. Comenzó costando cien millones; al final fueron seiscientos. En su obra se exigió un año de prórroga; y fueron cinco más. Catarata de disparates fue. ¿Pidió alguien perdón por tanto barro?, ¿provocó que alguno dimitiera, le cesaran o al menos le riñeran?, ¿alguna disculpa institucional?... Concluyendo: todos estos irresponsables siguen ahí, en su sitio, o ascendieron. ¿Cómo no desconsolarse? Aquí al que la mete le dan filete, flete o carguete. Aviados vamos por estos Camposhermosos.