El frío polar y el PAL

PARECE QUE EL FRÍO POLAR que nos domina y nos perturba, no es manifiesta solamente en León, que es tierra ya por tradición fría y desangelada. Hace frío en León y en Valladolid, lo que no deja de ser un consuelo para los feroces guerrilleros del leonesismo y lo mismo que los que viven a las riberas del Pucela que el que sueña al pie de La Candamia, están condenadas a sufrir las avalanchas de este frío que, según los técnicos nos llega nada menos que del Ártico. Todo lo demás se nos está dando por añadidura, incluso la creación de nuevos partidos políticos, que sin duda contribuirán a enturbiar las aguas de la política al uso y al abuso. Cuando todos o casi todos los supervivientes de la lotería enjugan sus lágrimas y se resignan a vivir con las zapatillas puestas, en un lugar de la geografía hotelera de este país nuestro, tan dado a la gastronomía, se reúnen los restos de algunos grupos políticos en acción, para un inventar un nuevo partido político, el PAL, cuya traducción al lenguaje común no se hará esperar. El creador de estas originales siglas, es el de siempre, o sea don José María Rodríguez de Francisco y de los Grandes Expresos Europeos. Este ínclito y nunca bien ponderado señor, tiene vocación de inventor porque cuando en León apenas sí se disponía de energía para inventar las sopas de ajo, con ajo y todo, ya el señor De Francisco, se sacó de la manga lo de Unión del Pueblo Leonés (UPL), que al final de gran jornada resultó tan desunido y amenazado de transfugismo como cualquier otra de las formaciones que componen el cuadro de la gran política nacional. Y con tan infausto motivo, la de la invención del PAL ha encrudecido el lenguaje de los distintos supervivientes de los diferentes grupos políticos en acción . En torno a este evento, efeméride o suceso se están montando las reacciones más agresoras. Y representante político hay que no tiene reparos en dirigirse a don Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León, para solicitar de él que proceda a la expulsión de los concejales del PP, que firmaron la moción de censura que dio con el antiguo elenco corporativo en el retiro obrero obligatorio. Y este gesto, no menos histórico que el de Guzmán El Bueno, ha suscitado una turbadora tempestad, porque no falta quien, si rodeos declara que el problema de la mediocridad de la política leonesa, no reside en el relevo de unas siglas, si no en el radical y total supresión de determinados hombres o figurones que desde hace ya demasiado tiempo vienen emborronando la limpia página del libro de León. No se limpia la sala de sesiones con el simple relevo de un grupo o de otro grupo: La única forma de eliminar la porquería que posiblemente pudiera haberse acumulado sobre las alfombras, estrados y escaños de los organismos rectores de la ciudad y provincia, es el camino de los hombres. ¿La simple rotación de los unos y de los otros, (siempre los mismos personajillos con los mismos collares), puede determinar un proceso de eficacia, honestidad y buen talante? Pues no. Los hechos y sobre todo los derechos nos demuestran que lo que conviene erradicar son los ineficaces, los incapaces, los inútiles, los figurantes. Esperemos a ver si el PAL no es sino otro de lo mismo.