La infección de uno de los cónyuges, única excepción admitida
Decepción ante la rectificación de la Iglesia en el uso del condón
Sanidad destaca que el sida produce cada semana el mismo número de muertes que el tsunami Fraga asegura que piensa «morir sin hab
De la felicitación al desencanto sólo hay paso. Es lo que les ha ocurrido al Gobierno, expertos en salud pública y organizaciones sociales, que han acabado decepcionados por la rectificación de la Conferencia Episcopal, organismo que ha desautorizado la tolerancia hacia el preservativo manifestada por el portavoz de la jerarquía católica. La ministra de Sanidad, Elena Salgado, confesó que le hubiera gustado que la Iglesia hubiera dado un giro aceptando el empleo del profiláctico en la lucha contra el sida, una enfermedad que ocasiona cada semana igual número de muertes que el tsunami. Después de la retractación del Episcopado a través de una nota cuya redacción fue supervisada por el Vaticano, la jerarquía católica española prefirió ayer guardar silencio sobre el asunto. La Iglesia zanja la polémica Por si cupiera alguna duda de cuál es la doctrina oficial, el presidente del Pontificio Consejo para la Salud, el cardenal Javier Lozano Barragán, dio por zanjada la polémica al afirmar que frente al sida hay una alternativa: la castidad. «El sexto mandamiento lo dice claramente: no fornicarás. Esto no es una posición negativa; lo decimos para defender la vida», aseguró el cardenal en una entrevista con el diario La Repubblica . Lozano aseveró que la Santa Sede sólo admite una excepción a la prohibición taxativa de usar el preservativo para combatir la propagación del sida: cuando uno de los cónyuges está infectado por el VIH. «Considero que en ese caso existe el derecho de pedir el uso del condón», adujo el prelado. La ministra de Sanidad no ocultó que se había sentido un «poco decepcionada» al conocer la rectificación, pues la postura suponía un cambio en un asunto de capital importancia como es la batalla contra el VIH, «en el que la Iglesia dice estar tan comprometida».