La sonda revela que existe una similitud con la Tierra en los procesos geológicos del satélite
La «Huygens» desvela uno de los misterios: llueve metano sobre Titán
Una compleja red de canales de drenaje corre desde las zonas elevadas a las más bajas y oscuras
Titán empieza a desvelar sus secretos cuando hace apenas una semana que la sonda europea Huygens se posó sobre su superficie en lo que ha sido el aterrizaje más lejano de cualquier ingenio espacial fabricado por el hombre. La mayor luna de Saturno y la segunda mayor del sistema solar después de la jupiteriana Ganímedes posee una meteorología extraordinariamente similar a la Tierra, algo que los científicos intuían aunque no hasta el extremo revelado por el análisis de las primeras fotografías y datos suministrados por el robot y que ayer dio a conocer la Agencia Espacial Europea. La atmósfera titaniana En Titán llueve, aunque no agua, sino metano líquido, un compuesto orgánico simple que puede existir como líquido o gas en las temperaturas del astro, inferiores a los 170 grados bajo cero. Es más, esta sustancia, integrada por carbono e hidrógeno, los elementos fundamentales de la atmósfera titaniana, juega un papel crucial en la luna de Saturno, similar al del agua en la Tierra. «Hay líquido en Titán, metano líquido», confirmó ayer el jefe del proyecto, el francés Jean-Pierre Lebreton. «Ha llovido en el lugar donde Huygens se ha posado, poco antes, quizás dos días antes», precisó el estadounidense Marty Tomasko, investigador principal de la cámara DISR utilizada por la sonda para captar las imágenes que han empezado a formar parte de la historia espacial. El propios Tomasko subrayó que, con los datos facilitados por la sonda, «tenemos ahora la clave para comprender lo que ocurre en Titán, ya que hay evidencias geológicas de precipitación, erosión, abrasión mecánica y otras actividades fluviales que nos indican que los procesos físicos que modelan a esta luna son similares a los que funcionan en la Tierra». Las imágenes recogidas por la cámara del robot muestran una compleja red de canales de drenaje que corren desde las zonas brillantes elevadas a las más bajas y oscuras regiones. Estos canales, según desvela la ESA, desembocan en enormes sistemas de ríos que terminan en lagos, dejando a su alrededor islas similares a las de la Tierra. Mundo inflamable Cuando Huygens cayó en el astro, que está situado a una distancia de 1.200 millones de kilómetros de nuestro planeta, los ríos y lagos parecían estar secos, aunque todo indica que las lluvias podrían haber ocurrido hace poco tiempo. El suelo de la luna tiene la consistencia de la arena blanda, posiblemente como resultado de las precipitaciones de metano o por la acumulación de líquidos debajo de la superficie. Otro hallazgo de la sonda se demostró en su caída, momento en el que se detectaron explosiones en la costra del satélite, lo que demuestra que el metano, un hidrocarburo muy inflamable, juega un papel principal en su geología y meteorología, ya que forma nubes y precipitaciones que erosionan y abrasan su superficie. «Tenemos un mundo inflamable», señaló un científico especializado en la atmósfera. Pero este extraño mundo aún depara sorpresas, como sus rocas de hielo líquido.