Los grandes ríos de Europa están contaminados por medicamentos
Los medicamentos se han convertido en un problema más de contaminación ambiental para los ríos porque nuestro organismo no es capaz de metabolizarlos en su totalidad y parte de ellos son eliminados con la orina llegando a los cursos fluviales. Antibióticos, analgésicos, antidepresivos, reguladores de la tensión y del colesterol son parte de una larga lista presente cada vez más en los caudales de los grandes ríos. Hasta el momento, Alemania es el país donde se están realizando más trabajos de investigación, y Dinamarca el que cuenta con mayor cantidad de depuradoras capaces de eliminar los restos farmacéuticos. Con el fin de paliar este impacto ambiental se ha puesto en marcha el programa Aquaterra que se desarrollará durante cinco años en los ríos Brevilles, Danubio, Ebro, Elba y Meuse, y que cuenta con una inversión de 13 millones de euros. El trabajo de investigación español, al que se destinan 650.000 euros, será realizado por el CSIC, que se encargará de tomar muestras a lo largo del curso del Ebro para analizar el grado de contaminación de sus aguas y cómo afecta a la biodiversidad. El estudio del Ebro servirá como referencia para conocer la importancia del problema y podrá ser extrapolable al resto de los grandes ríos españoles. Los científicos ya saben que los restos más abundantes son los procedentes de medicamentos que se expiden sin receta, como lo antiinflamatorios, y que los más perjudiciales son los antibióticos porque pueden producir bacterias resistentes. El estudio tratará de descubrir también cuál es su impacto a largo plazo sobre algas, peces o crustáceos. Como la contaminación por fármacos es un problema que va en aumento, aunque técnicamente es posible corregirlo, los expertos se adelantan a recomendar que se aumente el número de depuradoras, dotadas de mejor tecnología que la usada en las actuales, para que sean capaces de degradar las sustancias contaminantes.