La salud del Papa mejora pero seguirá ingresado en el hospital

Con la frase de que «la situa-ción es tranquila», el portavoz del Vaticano, el español Joaquín Navarro Valls ha querido quitar importancia al estado de salud del Papa Juan Pablo II, ingresado la noche del martes en urgencias del hospital romano Gemelli, a causa de una laringotraqueitis aguda. La primera jornada de Su Santidad en el hospital transcurrió tranquilamente. Tras un ligero desayuno y la visita del portavoz Navarro-Valls, el Papa presidió una misa que ha celebrado su secretario, monseñor Stanislao. Según manifestó el portavoz a su salida del centro médico, el Papa presentaba poca fiebre y su estado general era bueno. «Vuelvo tranquilo al Vaticano. No hay motivos para la alarma». Además desmintió las voces que hablaban de que había programada una traqueotomía. Respondiendo a preguntas de los periodistas, Navarro Valls confirmó que durante la crisis respiratoria el Papa no había perdido la consciencia en ningún momento. Más tarde, durante una intervención en Radio Vaticano, el portavoz tan sólo añadió que el Papa estará ingresado durante algunos días y que sobre su alta «decidirán los médicos». Según fuentes cercanas al Papa, éste al principio se habría opuesto a su hospitalización. Solamente la noche del martes, después de la cena y tras una crisis respiratoria causada por el fuerte catarro que padecía, habría autorizado a su médico, el doctor Buzzonetti, el ingreso urgente. Actividad normal Como confirmación de que no existe preocupación sobre el estado de salud de Su Santidad, en el Vaticano se ha continuado la actividad normal. Así, la oficina de prensa ha publicado el habitual boletín con los nombramientos de los obispos firmado por el Papa pocos días atrás. Donde sí se ha notado una actividad extraordinaria ha sido en el Policlínico Gemelli, que se ha visto invadido desde el martes por la noche por televisiones y periodistas de todo el mundo. Además, el hospital romano ha sido tomado «al asalto» por familiares de enfermos y curiosos. Por la tarde, 65 jóvenes peregrinos australianos que habrían debido asistir a la audiencia de ayer se han reunido ante las ventanas de la habitación de Juan Pablo II para desearle con sus canciones una pronta mejoría. Y mientras en las iglesias de Roma se reza por la salud el Papa, éste recibió las llamadas de numerosas personalidades. Entre los actos que el Pontífice ha tenido que suspender destaca la tradicional audiencia de los miércoles y también la visita del presidente del parlamento europeo, Josep Borrell, al que debía recibir en audiencia mañana. De continuar la mejoría, el Papa pueda realizar la oración del Angelus del domingo desde las ventanas del Gemelli. El mundo entero reza por el Santo Padre En todas las iglesias del mundo se rezó ayer por la recuperación de la salud del Papa, mientras no cesan de llegar al Policlínico Gemelli de Roma -donde está ingresado Juan Pablo II- mensajes de solidaridad de líderes de otras religiones y gobernantes. Las noticias sobre su salud se siguen de cerca en todos los países católicos, desde México a Filipinas, pero también en otros donde esta comunidad es minoritaria, como es el caso de Irak. Los fieles esperan noticias de su salud. las únicas referencias de su estado eran las de los pocos visitantes admitidos, muchos de los cuales se mostraban incrédulos.