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CRÉMER CONTRA CRÉMER

Rectificar es de listos

Publicado por
VICTORIANO CRÉMER
León

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AHORA Y EN LA HORA de nuestros desencantos, viene la Sociedad o empresa de vuelo bajo, de titulatura para los amigos de «Lagun-Air», que a punto estuvo de llamarse León-Air y dice que ahora ni cierra el chiringuito volador que patrocina, ni la vende, ni la alquila ni nada de nada. Y los organismos, a los cuales había acudido la dicha empresa como si se le hubiera acabado el aire, pidiendo socorro y dineros, se quedan de piedra de Boñar. Y sospechan que la tal empresa aeronáutica le ha estado tomando la cabellera a León, como se la tomó Biomédica y Penicilina y Enervisa y la luna, todas las cuales y otras muchas de las cuales lo mejor es no acordarse, llegaban a este territorio comanche de nuestros dolores no a proporcionarnos un medio de volar, sino una ocasión propicia para sacarnos el dinero de la bolsa, que tenían prevenido para los carnavales y para crear más huertos en La Candamia. Hubo un momento, hábilmente planificado por los distinguidos miembros de la Compañía Lagun-Air en el que desplegó tan dramática situación ante nuestros ojos, y pintó la situación económica tan catastrófica, que hasta los señores empresarios de los de verdad, inscritos en las Asociaciones leonesas, se sintieron alarmados y dirigiéndose a los unos, a los otros y a los de Aena, que era al parecer la culpable, se apresuraron a ofrecer hasta cuatro millones de euros o algo así, para relevar a la arruinada Air-Lagun o viceversa y hacerse cargo de los fugitivos. Y la Cámara de Comercio, la Diputación Provincial, los Ayuntamientos de la zona y demás allá, se ofrecieron para presionar incluso al Presidente Zapatero para que procurara arreglar el embrollo por el cual León quedaba seriamente amenazado de quedarse en tierra. Fue un momento auténticamente dramático, no porque pensáramos que las actividades de la tal Lagun nos fuera a sacar de apuros y a pagar las deudas municipales y provinciales, sino porque, si cedíamos, si otorgáramos todo lo que Lagun-Air solicitaba, dejaríamos inscrito en los anales, junto a la gesta de Guzmán y de Don Suero la notoria ingenuidad de nuestro gobernantes, capaces de vender la primogenitura por el clásico plato de lentejas. Nos están engañando como a chinos, decíamos los viejos de la localidad, nos quieren llevar al huerto, repetíamos recordando la medida social municipal para erradicar el paro entre jubilados. Mientras los organismos responsables de la administración de la comunidad, se sacan dineros del cajón para dárselo a Lagun, a Antibióticos y a las pistas de San Isidro donde resbalan graciosamente las más elegantes hembras del país. Ahora resulta que la Lagun-Air, ni cierra, ni vende, ni alquila ni nada, y se sospecha que lo que pretende es sacar dineros para seguir volando. Como al parecer la Compañía del cuento ya ha obtenido lo que perseguía, o sea la fórmula feliz de obtener subvenciones, ayudas, aportaciones o promociones que la permitan volar sin temor a interrumpir sus altos vuelos, ya no nos debiera necesitar para nada. ¡Pues no! Ahora todavía solicita de todos nosotros una subvención por el amor de Dios. 1397124194