El lince sigue en una situación crítica pese a los esfuerzos por recuperarlo

A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, el lince ibérico se dirige hacia la extinción. La situación crítica por la que atraviesa, cuyo último censo establece que apenas queda un centenar de ejemplares, podría convertir a este felino en la primera especie de gato silvestre en extinguirse en 2.000 años. Detrás del alarmante descenso de ejemplares están las múltiples amenazas que sufre la especie como la escasez de conejos (por la incidencia de la mixomatosis y la neumonía hemorrágica vírica), el furtivismo, los lazos y jaulas-trampa colocadas en los cotos de caza, los cebos envenenados, los atropellos de ejemplares jóvenes y la desaparición de sus hábitats. Tan sólo en el periodo 2000-2003, se contabilizaron 24 ejemplares muertos (16 en Doñana y 8 en Andújar), en su gran mayoría por la intervención del hombre, siendo destacable que 13 de los fallecimientos fueron por atropello (10 de ellos en Doñana). El resto de las muertes tuvo su origen en causas naturales. De los 48 núcleos poblacionales existentes en España hace poco más de dos décadas (unos 200 ejemplares), los biólogos afirman que sólo quedan dos con relativa capacidad para reproducirse: Sierra Morena Oriental (zona de Andújar), con una población de entre 60 y 70 linces, y el Parque Nacional de Doñana, con unos 20. Según se ha podido constatar, la población de Sierra Morena se ha mantenido estable durante los últimos años con una media de unas 20 hembras reproductoras que sacaron adelante una treintena de cachorros. No ocurre lo mismo en la comarca de Doñana, cuya población se reduce progresivamente, calculándose que podría extinguirse en pocos años por causas naturales. Aunque está sin confirmar, existe la posibilidad de la presencia de algunos ejemplares aislados, sin viabilidad reproductora, en puntos de la Sierra de Candelario (Salamanca) y en la Sierra de Alcaraz (Albacete). Cría en cautividad La única posibilidad de evitar que el lince pase a engrosar la lista de especies extinguidas pasa por conservar sus hábitats, garantizando superficie y alimento suficiente como para que los ejemplares que se incorporen tengan garantías de sobrevivir. Todas las actuaciones para recuperar la especie en Andalucía se encuadran en la Estrategia Nacional de Conservación del Lince Ibérico, que ya contó con dos proyectos Life (2001-2002) desarrollados en esa Comunidad y los Montes de Toledo. Además, se llevan a cabo campañas de divulgación y sensibilización, acuerdos con los propietarios de fincas privadas en las que se arrienda la caza de conejos y el Programa de Cría en Cautividad, mediante un convenio con el Zoo de Jerez de la Frontera. Este programa es la principal esperanza de los biólogos, que cuenta actualmente con 13 linces, 8 hembras y 5 machos, repartidos entre las instalaciones de El Acebuche (Doñana), el Centro de Recuperación Los Villares (Córdoba) y Quiebrajano (Jaén).