Cosas de aquí | El arte frente a frente
«La Lola», mejor en el Bierzo
Lolo Zapico reunió en el campus de Ponferrada a los hermanos Quijano, autores de la famosa canción que en su día inspiró al artista lacianiego para realizar una de sus creaciones escultóricas
«La Lola» fue el tema que encumbró a Café Quijano a la cúspide musical y esa misma canción fue precisamente la que en su día inspiró al artista lacianiego Lolo Zapico para una de sus primeras incursiones en el mundo de la escultura. Su exposición, ubicada en el edificio central del campus ponferradino, contó ayer con la visita de los que precisamente abrieron la puerta a la inspiración de Lolo Zapico para componer un trabajo en hierro que, en forma de mujer, entremezcla la pasión que este artista tiene por los espantapájaros. Precisamente eso es su «Lola», ataviada con un vestido y un gorro que luce en todo lo alto. Y como la curiosidad mueve montañas, los tres componentes de Café Quijano no dejaron pasar la oportunidad de «saludar» a una musa que fue de su canción y que, de distinta manera también lo fue del propio Lolo Zapico, un artista que inició su andadura en la pintura y que desde hace un año también plasma su talento en la escultura, eso sí, toda ella de hierro. «La Lola y los lolos» como así definió la instantánea Manuel Quijano, se «conocieron» por vez primera ayer en la sala de exposiciones del campus de Ponferrada, un lugar en el que dos facetas de la cultura, en este caso la escultura y la música, quedaron plasmadas y hermanadas. Quizás esa Lola no era como se imaginaron los hermanos Quijano, tal vez los cánones de belleza fueron distintos, pero también quizás esos cánones en el mundo de la cultura pueden discurrir por caminos parejos dentro de esa diferencia como lo demuestra la figura de la Lola de Lolo Zapico. Y, como no podía ser de otra manera el Bierzo, una comarca rica en cultura, paisajes y gentes, ejerció esta vez de nexo y unión para que Zapico pudiera mostrar su faceta más imaginativa precisamente a otros leoneses que a lo largo de los últimos años han llevado el nombre de la provincia a casi todos los confines del mundo. Llegados precisamente desde Miami, una de sus primeras vistas no podía ser otra que una Lola, en este caso encarnada en un espantapájaros de hierro que ofrece todo un compendio de interpretaciones aunque la más destacada es la del propio autor y la de aquellos como los hermanos Raúl, Óscar y Manuel Quijano que en su día, además de lograr un éxito notable en el panorama musical internacional, también ejercieron una influencia en la carrera de Lolo Zapico, un artista que demuestra su polivalencia con incursiones notables en el mundo de la pintura y el de la escultura. «La Lola» es una buena muestra de ello.