Cerrar

España supera en un 30% las emisiones permitidas por el tratado medioambiental internacional

El Gobierno revisará los planes energéticos para adaptarse a Kioto

Potenciará las fuentes renovables e incrementará el ahorro de los ciudadanos Científicos españoles

Publicado por
Arantza Prádanos - madrid
León

Creado:

Actualizado:

El Gobierno saludó ayer como un «hito histórico» la entrada en vigor del Protocolo de Kioto, el primer y único gran tratado medioambiental vinculante para la comunidad internacional. Se trata -dijo José Luis Rodríguez Zapatero- de un primer paso, tímido e insuficiente, pero al menos «en la dirección correcta» para frenar el cambio climático global. El jefe del Ejecutivo anunció la revisión a lo largo de este año del Plan Energético Nacional y nuevas propuestas sobre energías renovables y eficiencia energética para enderezar la deriva de las emisiones españolas de CO2. España triplica los vertidos atmosféricos que le permite el tratado y es el principal incumplidor entre los países firmantes. «Hoy es un día para la esperanza», proclamó solemne Rodríguez Zapatero en la ceremonia institucional celebrada en el Palacio de la Moncloa. En el Salón de Tapices se dieron cita, unidos por una vez, representantes de los grupos ecologistas - cuya presión decisiva ha salvado del naufragio al Protocolo desde su firma, en 1997- y de la industria, que deberá ceñirse a las limitaciones contaminantes impuestas por el acuerdo. Un límite cercano El Protocolo de Kioto vincula desde este miércoles a los 141 países firmantes y obliga a los 30 más industrializados a poner coto a sus vertidos atmosféricos con un horizonte muy cercano; entre 2008 y 2001, deberán reducir en conjunto un 5,2% por debajo de los índices de 1990, año de referencia, las emisiones de seis gases de efecto invernadero. La deserción de Australia y, sobre todo de EE.UU., responsable de una cuarta parte de las emisiones mundiales, limitará su eficacia pero no frenará su puesta en práctica. Junto a las organizaciones ecologistas, Zapatero rindió tributo al papel de la Unión Europea. Sin su liderazgo, que ensalzó también el presidente del Parlamento Europeo, José Borrell, invitado al acto, Kioto habría tenido el mismo destino de papel mojado que muchos otros compromisos internacionales. Tantos parabienes no ocultan el lastre con el que España participa en esta cruzada internacional contra el cambio climático. «Partimos de una situación difícil, lejos del objetivo perseguido», admitió el presidente. El Protocolo autoriza a España a aumentar sus emisiones de CO2 y equivalentes un 15% respecto de las cifras de 1990, de manera excepcional por haberse sumado con retraso al carro del último despegue económico.