En España hay 99 especies de aves que sufren algún tipo de amenaza

Aunque España es uno de los países con mayor biodiversidad de la UE, la amenaza de extinción planea sobre muchas de sus especies. La posibilidad de la desaparición ronda sobre cerca de un centenar de aves, más de la cuarta parte de las que tienen su hábitat en nuestro país. La organización ecologista SEO/BirdLife acaba de alertar en el llamado «Libro Rojo de las Aves» que de las 390 especies y subespecies de aves que están presentes en España, 99 han sido incluidas en alguno de los tres tipos de amenazas que establece la Unión Mundial para la Naturaleza. Así, 15 se encuentran «en peligro crítico», 39 «en peligro» y 45 han sido catalogadas como «vulnerables». Además, otras 32 han sido calificadas de «casi amenazadas» y 25 se consideran en la categoría de «datos insuficientes», por lo que no se conoce su situación real. Como dato positivo, el texto recoge que especies como la cigüeña negra y el águila real, han pasado de vulnerables a estar fuera de peligro. Pertenecer a la categoría de «en peligro crítico» implica una probabilidad de extinción del 50% a lo largo de la próxima década o en tres generaciones de la especie. De hecho, en los últimos años han desaparecido siete subespecies, de las que dos, el ostrero negro canario y la tarabilla canaria, eran endémicas de ese archipiélago, por lo que su extinción ha sido a nivel mundial. Para la elaboración del Libro Rojo de las Aves, en el que han participado 160 expertos y cientos de ornitólogos, se ha contado con la colaboración de las comunidades autónomas, centros de investigación y organizaciones conservacionistas. El texto proporciona información exhaustiva para cada especie: criterios de evaluación, distribución, población y tendencia, amenazas, medidas de conservación en marcha y propuestas. Especies más afectadas Las causas más importantes de la actual situación de las aves amenazadas son la destrucción o pérdida de hábitat, las interferencias humanas y el proceso de intensificación agrícola y ganadera. También influyen de forma significativa el abandono rural, la persecución directa, la competencia y depredación por especies introducidas, las electrocuciones y/o colisiones con tendidos eléctricos, la proliferación de infraestructuras, la contaminación y deficiente gestión de humedales, la explotación forestal intensiva, la utilización del veneno y la expansión urbanística. Dentro de las especies consideradas en peligro crítico, destacan pardela balear, avetoro, cerceta pardilla, porrón pardo, águila pescadora, focha moruna, arao común, alcaudón chico y pinzón azul de Gran Canaria. Ninguna de ellas tiene una presencia significativa en Castilla y León, algo que no sucede entre las que están en peligro. Así, se pueden citar algunas de las más emblemáticas de la avifauna como milano real, quebrantahuesos, alimoche, águila imperial, águila perdicera o urogallo cantábrico. Entre las catalogadas como vulnerables, están presentes en nuestra Comunidad, entre otras, cigüeña negra, buitre negro, aguilucho cenizo, cernícalo primilla, perdiz pardilla, sisón, avutarda, archibebe común, carricerín cejudo o tórtola común. En total, en Castilla y León hay 53 especies amenazadas de las que 11 están en peligro, 23 en la categoría de vulnerable y 19 en la de casi amenazado. En el Libro Rojo también se destaca que el 25% de las especies incluidas en las categorías de amenaza y casi-amenaza tienen presencia exclusiva en las Islas Canarias (el 76% son endémicas). Si se tiene en cuenta además la categoría de datos insuficientes, resulta que cerca del 38% de los taxones sólo están presentes en esas islas. Se trata de una situación especial debida a la riqueza del archipiélago, combinado con su pequeña superficie, lo que se traduce en una mayor vulnerabilidad ante las diversas amenazas.