Del Bierzo a estrella en Arco

En Ponferrada vivió parte de su juventud y adolescencia y entre Galicia, Madrid, Londres y Estados Unidos su formación artística. Precisamente ese camino en el que la pintura dejó paso a la escultura ha situado a Ángel Núñez Pombo como una de las propuestas más interesantes del arte contemporáneo en nuestro país. Con un estilo multidisciplinar en el que la escultura abraza otras variantes artísticas como la arquitectura, la pintura, el diseño de interiores o el video, este joven ponferradino cuenta en su haber, que no es poco, con la satisfacción que representa participar en Arco con dos galerías de prestigio. Si todo esto fuera poco, hace unas fechas el Musac le concedía una beca para desarrollar su trabajo en Estados Unidos, país que precisamente le marcó como artista. En junio volverá a la meca del arte contemporáneo y de muchas otras cosas, pero esta vez lo hará con un bagaje mayor que en su primera experiencia y con el deseo de seguir creciendo y a la vez abrirse un mayor en un mercado como el americano, sin duda alguna el que hoy por hoy marca la tendencia en arte. Licenciado en Bellas Artes, carrera que como él confiesa realizó por descarte o casualidad, su faceta de escultor no responde a la del arquetipo habitual sino a la de un artista que abre este campo artístico a una evolución notoria llegando a una concepción multidisciplinar en la que sus ideas encuentran la mejor expresión. Y en esa creación la aplicación de las nuevas tecnologías visuales y de materiales logra una perfecta armonía cuyo éxito ha quedado plasmado no sólo en la última edición de Arco en Madrid, sino en las numerosas exposiciones en las que ha tomado parte. Las galerías también han visto en Ángel Núñez Pombo un autor con recursos y esa circunstancia le ha abierto aún más las puertas de un mundo que según el artista ponferradino afincado en Galicia desde hace unos años, está en fase de un interesante desarrollo y crecimiento. Artista cuyo fin último es la creación, pero comprensible para el público en general, su mayor satisfacción es que sus piezas encuentren el reconocimiento público, pero no sólo de los entendidos en arte. Y es que para este ponferradino que ha conocido diferentes culturas desde la americana a la africana pasando, claro está, por la española, no hay nada mejor que poder expresar sus ideas a través de la escultura, eso sí, con el toque particular nacido de las nuevas tecnologías y una visión del arte excepcional.