El fiscal mantiene los 151 años de cárcel para el principal acusado del crimen de la «baraja»
Los psiquiatras dicen que Galán es un depredador humano a la caza del hombre
Hoy se presentarán las conclusiones finales quedando el juicio visto para sentencia
Los tres psiquiatras que comparecieron ayer en la sesión del juicio contra Alfredo Galán como presunto asesino de la baraja le calificaron como «un depredador humano que sale a la caza del hombre para humillarlo y matarlo». El fiscal mantiene la petición de 151 años de cárcel aunque ha elevado la petición de indemnizaciones. Está previsto que hoy se presenten las conclusiones finales y que el juicio quede visto para sentencia. Según los informes de los psiquiatras, el acusado «desprecia la vida humana, por lo que ejecuta a sus víctimas, matándolas cuando han sido humilladas o sorprendidas». En su opinión, este comportamiento está basado en la «violencia vengativa del sujeto con la que intenta salvar o compensar su inferioridad». Cinco entrevistas Los profesionales confirmaron que habían mantenido cinco entrevistas con Galán, la última de ellas celebrada el 11 de septiembre del 2003, un día después de que el imputado cambiara su versión de los hechos y relatara que fueron dos cabezas rapadas quienes los habían cometido y le habían obligado a confesar bajo amenazas. «En las tres primeras entrevistas, Alfredo daba respuestas breves, claras y secas que no mostraban empatía. En el cuarto encuentro le vimos más huraño y huidizo, y en el último estudio se mostraba reticente y no quería colaborar porque decía que estaba siendo perseguido y grabado dentro de prisión», manifestaron. Los psiquiatras explicaron que el procesado no sufría conmoción interior ante los crímenes, que no los pensaba previamente, que no lo hacía por afán de superioridad sino por saber qué se sentía al matar y que no sintió miedo nunca, a excepción de una vez en la que dos personas próximas a él comentaban en el metro el perfil del asesino que habían difundido los medios de comunicación. Reiteraron que Galán no tiene ninguna enfermedad mental que afecte a sus capacidades cognitivas y que le impida realizar sus actos de forma libre y voluntaria, sino que tan sólo padece un trastorno de personalidad, «existiendo la posibilidad de que reincida en sus actos». El fiscal mantuvo ayer la petición de 151 años de prisión para el acusado, como autor de seis asesinatos consumados y otros tres en grado de tentativa.