Ni producen ni rentan

ESTAMOS en plena Cuaresma y no estará de más, sino todo lo contrario, acoger aquí, aunque sea en cuatro líneas, lo más sustancial y sustancioso del Mensaje del Papa a la Iglesia universal para este tiempo, que existe gracias al estímulo de la Pascua de Resurrección. Está dedicado, el mensaje, a las personas mayores, a los ancianos. Nos viene como anillo al dedo, ya que nuestras diócesis experimentan en carne propia el envejecimiento de la población, el progresivo despoblamiento de nuestros pueblos y la emigración forzada de nuestros jóvenes en búsqueda de futuro en otras tierras. El mensaje es un susurro a favor de la «tercera edad», para que se reconozcan a los mayores las abundantes potencialidades que tienen en su haber y se les haga destinatarios de mimos y cuidados. Ellos poseen en la mochila de su vida los secretos y las claves del pasado con las que se urden las mimbres del presente y se trazan los horizontes del futuro. Ellos, desprendidos ya de lo secundario, nos retan a enfrentarnos con lo esencial de la existencia. Por todo eso, nuestras Iglesias, en sus personas y en sus instituciones, deben contribuir a que al anciano se le estime, se le proteja, se le escuche y se le mime. Ellos deben ser uno de los centros de nuestro interés. Y habremos de presionar, como se pueda, para que lo sean también de las fuerzas políticas y sociales. No lo tendremos fácil en una sociedad donde solamente son objeto de obligada conservación los sujetos que producen y rentan. Y más todavía si nuestros mayores nos complican la vida con sus achaques y nos trituran los presupuestos de la seguridad social con sus pejigueras. Una vez más la voz de la Iglesia es profética. Y aún lo es más cuando el portavoz es un anciano y enfermo grave llamado Juan Pablo II, a quien Dios sostenga. De depredaciones Los depredadores del patrimonio histórico-artístico-sacro están haciendo su agosto en este helador febrero. A los robos que les citábamos el sábado pasado hay que añadir ahora el templo de Valdespino Cerón. En este caso han sido unas columnas del retablo y un cofre-copón los objetos a los que les nacieron alas. Y es que estamos absolutamente indefensos ante los amigos de lo ajeno, que, seguramente por encargo, levantan tejados y fuerzan cerraduras. Nuestras iglesias abundan en objetos artísticos, de incalculable valor en muchos casos, que pueden ser fácilmente sustraídos. Un poco de maña, ojeo previo y nocturnidad serán ingredientes suficientes para rematar el expolio. Nuestros pueblos duermen en la falta de vigilancia, en la carencia de fuerzas y en la precariedad de medios de custodia. Algo más se podría salvar si se acudiera a la fórmula -no siempre bien entendida- de efectuar un depósito en los Museos diocesanos, en los que, sin perder la propiedad parroquial, los objetos valiosos pudieran estar custodiados adecuadamente y hasta expuestos a la admiración de los visitantes. Pero aún así, todo será poco. A no ser que las autoridades públicas, con sus fuerzas y cuerpos de seguridad, tomen más que cartas, la baraja entera, en el asunto. A pesar de todo siempre habría habilidosos que acabarían levantándose con el santo. Y con la limosna de los cepillos y lampadarios, que ésa es otra. De alegrías Dejémonos de cosas tristes, que también la Cuaresma cuenta con el domingo «Laetare», que es una invitación a la alegría. Motivos hay. Hoy en Ponferrada Manos Unidas repartirá claveles por las calles, alentando a ser solidarios contra el hambre en los países del Sur. La Coral «Santa Bárbara» de Villablino, tan arraigada en la parroquia, ha sido invitada a presentarse mañana, con una muestra de su repertorio folclórico y original, nada menos que en el Teatro Campoamor de Oviedo. Se anuncia que el santuario de la Virgen de Yecla, en Villaverde de Arcayos, a orillas del Cea, va a ser restaurado; estará de punta en blanco para las celebraciones jubilares, porque es uno de los lugares elegidos para este Año Santo leonés. Y un homenaje que se rindió el pasado lunes a D. José María Fdez. Catón, sacerdote y padre de la investigación histórica sobre el Reino de León desde la colección de Fuentes y Estudios de Hª. Leonesa. Bien.