El Papa respira sin ayuda aunque no podrá hablar en varios días

La sonrisa del portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, al entrar ayer en la sala de prensa anunciaba buenas noticias sobre la salud del Papa tras la operación del pasado jueves por la noche. Según el comunicado, la convalecencia de la traqueotomía realizada para facilitarle la respiración, transcurre dentro de la más absoluta normalidad y durante la noche del jueves al viernes Juan Pablo II pudo reposar tranquilamente. Por la mañana tomó su primer desayuno, aunque según los médicos tendrá que permanecer en silencio varios días para poder recuperar las funciones de la laringe. El propio Navarro Valls, en tono relajado y queriendo tranquilizar a todos los católicos sobre las condiciones de salud del Papa, contó una serie de anécdotas y detalles sobre su estado anímico después de la intervención quirúrgica. Lo primero fue el menú del desayuno: café con leche, diez galletas y un yogourt, «Y se lo comió todo», añadió bromeando ante la sorpresa general de los periodistas, dado el tipo de operación realizado. «La evolución posoperatoria es regular. La respiración es autónoma y las condiciones cardiovasculares son buenas. El Papa ahora respira mejor y ha registrado un notable alivio». Sin fiebre El portavoz explicó también que había sido una «traqueotomía electiva», es decir que no era una operación de urgencia sino para asegurar la adecuada ventilación al paciente. El Papa fue debidamente informado de la intervención y dio su consentimiento. También aseguró que tras el regreso al Vaticano, el 10 de febrero, no había tenido fiebre ni infección bronco-pulmonar. Durante su intervención confirmó que el pontífice tendrá que renunciar a la palabra durante unos días hasta que las condiciones de la laringe sean satisfatorias, y por ese motivo hoy sábado se decidirá si se celebra del ángelus dominical desde el hospital: «Vamos a ver qué decide el Papa», aclaró. Medios vaticanos no descartan que vuelva a aparecer en la ventana de la habitación que ocupa en el Policlínico Gemelli y delegue la lectura del texto al arzobispo Leonardo Sandri, limitándose a bendecir a los fieles. Dado el positivo desarrollo del postoperatorio, Navarro Valls aseguró que hasta el lunes no se difundirá otro parte médico. Confirmado que el Papa no podrá hablar durante varios días, el portavoz ha contado que se ha puesto a su disposición un cuaderno y un bolígrafo para que pueda comunicarse con sus colaboradores, expresar sus necesidades más normales y también continuar la guía de la Iglesia. Las primeras frases las ha escrito a su salida del quirófano tras la operación. De manera relajada se ha dirigido a los médicos preguntándoles: «¿Pero qué me han hecho?». Y en el renglón siguiente, un pensamiento para la Virgen: «Pero continúo siendo totus tuus».