El pacto que no avanza
Escaso avance en los Objetivos del Milenio de reducir a la mitad para el 2015 los 1.200 millones de pobres y sin agua potable y los 800 millones de hambrientos que hay en el mundo
La solemnidad con la que 189 países aprobaron en el 2000 los Objetivos del Milenio (como reducir a la mitad entre 1990 y 2015 los 1.200 millones de pobres y sin agua potable o los 800 millones de hambrientos) se está quedando dramáticamente corta en la práctica. El ramillete de «muestras alentadoras» que veía hace año y medio el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, no basta para equilibrar las «inquietantes pruebas de estancamiento y falta de progreso». Y la voz de alarma ha encontrado eco en más de cien países, donde la sociedad civil ha emprendido la mayor movilización de la historia bajo la pancarta de Llamada global para actuar contra la pobrez a. España acaba de sumarse a esta iniciativa, que tendrá su primera gran manifestación callejera mundial el 1 de julio de este 2005, a través de la campaña Pobreza Cero lanzada por la Coordinadora de ONG de Desarrollo (Condge). Ésta no limita su esfuerzo a las más de 400 organizaciones que la integran, sino que pretende extenderlo a otras asociaciones y movimientos y a la ciudadanía en su conjunto. Como dijo el ex director general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza en la presentación pública, «es el siglo de la gente y no de los que nos gobiernan; ya no podemos callar y no podemos ser unos pocos: tenemos que ser todos». Todos y todas con una banda o lazo blanco como símbolo de compromiso personal. Las reivindicaciones de la campaña, que tiene como soporte una página de Internet (www.pobrezacero.org) tienen una lógica aplastante. Reclama, «más ayuda oficial al desarrollo, priorizando a los sectores sociales básicos, hasta alcanzar el compromiso del 0,7%» del producto nacional bruto.