Perfil: El pastor que tenía un libro en lasmanos

Ricardo Blázquez (Villanueva del Campillo, 1942) pensó ayer en Santa Teresa al ser elegido presidente de la Conferencia Episcopal española: «que nada te turbe, que nada te espante». Y es que su nombramiento le pilló tan de sorpresa como al resto. Hijo de una familia humilde, en su pueblo le recuerdan como al pastor de ovejas que ya de niño siempre llevaba un libro en la mano. Quienes le conocen le definen como un hombre cercano, poco hablador e inteligente (habla perfectamente alemán e italiano y tiene conocimientos de francés, inglés, gallego, hebreo y euskera), pero, sobre todo, como una persona bien preparada -es quizás el mejor teólogo del episcopado y uno de los pocos especialistas de eclesiología-. Amigo de Rouco Varela, fue precisamente el de Vilalba quien le presentó para la mitra y le hizo su obispo auxiliar en Santiago, pero sus relaciones comenzaron a enfriarse en el 2002, cuando Blázquez firmó la pastoral de los obispos vascos «Preparar la paz», en la que se advertía de que ilegalizar a Batasuna dividiría al pueblo vasco. Intermediación con ETA Se le considera una persona del sector moderado y con capacidad para adaptarse. Prueba de ello es que aunque su nombramiento como obispo de Bilbao en septiembre de 1995 no fue bien recibido por los nacionalistas, (Arzallus se refirió a él como a «un tal Blázquez», en alusión a su origen castellano), ha sabido granjearse su respeto (ayudó que aprendiera euskera en un tiempo récord). Próximo al Opus Dei y al movimiento neocatecumenal, el obispo de Bilbao es un firme defensor de las doctrinas del Vaticano sobre el matrimonio homosexual o el aborto, pero se ha mostrado crítico con el rumbo de la Iglesia y eso le ha permitido recibir apoyos de los críticos de Rouco. A él se atribuye la intermediación con ETA cuando Aznar se sentó con la banda antes de la tregua trampa, pero su posición en cuanto a terrorismo es clara: Está del lado de las víctimas. Ayer anunció continuidad y desde fuera su nombramiento hace suponer cambios.