Blázquez será obispo de Bilbao al tiempo que dirige a los prelados

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, anunció ayer su intención de seguir en Bilbao y compatibilizar su nuevo cargo con el de Obispo de la diócesis vizcaína. Ricardo Blázquez, que ofreció ayer su primera conferencia de prensa en Bilbao tras el breve encuentro que mantuvo con la prensa en Madrid el pasado martes, después de ser elegido nuevo presidente de la Conferencia episcopal, defendió la compatibilidad de ambas funciones al igual que lo hicieron, en su día, Gabino Díaz Merchán y Elías Yáñez, quienes mantuvieron los arzobispados de Oviedo y Zaragoza, respectivamente. Aunque reconoció que «no sé aún como organizaré el tiempo», Blázquez se apoyó en el Obispo Auxiliar de Bilbao, Carmelo Echenagusía, para agradecer de antemano su colaboración en las circunstancias actuales: «Es compatible ser presidente de la Conferencia Episcopal y ser obispo de Bilbao, así que -dios mediante- lo haré», afirmó. Felicitado de inmediato por el presidente del Gobierno , «lo que agradecí profundamente» -dijo-, Blázquez mantendrá su primer encuentro con Rodríguez Zapatero tras la Semana Santa, y hoy iniciará su visita a Roma, donde se reunirá con el Secretario de Estado del Vaticano. El Papa pasó ayer la noche sin contratiempos en su apartamento de San Pedro, la segunda desde su regreso del hospital Gemelli. En realidad no ha sido una verdadera vuelta a casa, sino una «continuación de su convalecencia», como dijo el domingo el propio portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls. Es decir, Juan Pablo II no está curado del todo, pero después de 18 días ingresado ha preferido seguir su recuperación en el Vaticano. Toda la prensa italiana era unánimeayer en apuntar que el Papa dejó la clínica antes de tiempo en contra de la opinión de sus médicos. Ya había ocurrido con ocasión de su primer internamiento, del 1 al 10 de febrero, y esta vez no ha sido menos. El diario romano La Repubblica llega a decir que el Papa impuso su voluntad dando un puñetazo en la mesa. Otro rotativo de la capital, Il Messaggero , pone en boca de Wojtyla una frase expeditiva presuntamente dirigida a los facultativos: «Tengo muchas cosas que hacer». Tanto el médico personal del pontífice, como el equipo del Gemelli, habrían preferido que se quedara algunos días más. «Quiero decir la verdad amablemente, con la confianza de que, de esta forma, se abren no sólo las puertas de la inteligencia; también las del corazón» RICARDO BLÁZQUEZ Presidente de la Conferencia Episcopal