Nueva operación contra una red de pederastia que operaba en 78 países

Las autoridades policiales y judiciales de todo el mundo han declarado la guerra abierta a la difusión de pornografía infantil por Internet. Ayer, coordinada por la Fiscalía veneciana (Italia), se asestó un nuevo golpe a este tipo de redes. Responsables de la Dirección General de la Guardia Civil destacaron que esta nueva intervención es consecuencia directa de la operación comandada por el juez Manuel Ángel Pereira, de Caldas de Reis y, al mismo tiempo, es una segunda fase de una operación realizada en noviembre. En aquella ocasión fueron arrestadas varias decenas de personas en diversas partes del mundo. Ayer, más de trescientos carabinieri realizaron cerca de ochenta registros domiciliarios en el país transalpino. Las detenciones, en esta ocasión, se cuentan por centenas y el caso se extiende por 78 países de cinco continentes -35 europeos, 15 africanos, 11 americanos, 16 asiáticos y 1 de Oceanía-. La causa abierta también tiene ramificaciones en España. Luis Martín, capitán de la policía judicial de la Guardia Civil de Pontevedra, señaló ayer que algunos de los detenidos en la operación Cerbero están directamente relacionados con la red desmantelada en Italia. De hecho, el instituto armado sostiene que estas personas concretas operaban indistintamente en las páginas clausuradas por mediación de las autoridades españolas como en las transalpinas. En España las investigaciones de la Guardia Civil están empezando a a dar sus primeros frutos. Si el miércoles el juez de Caldas de Reis decretaba la puesta en libertad con cargos de los dos detenidos en Pontevedra -un vecino de la capital y una joven de Santa María de Oia-, ayer ordenó el ingreso en prisión de al menos dos de los implicados. Se trata de un gijonense, al parecer con antecedentes por agresión sexual a menores, y un vecino de Burgos. Manuel Ángel Pereira tomó esta decisión a instancias del fiscal, que estimó que los hechos concretos que se les podían imputar a estas dos personas son muy graves. La Guardia Civil aseguró además que si Telefónica hubiese guardado más de los tres meses habituales sus datos, habría 60 imputados más. El prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, también ha querido unirse a la presunta campaña de la Iglesia católica contra el best seller del escritor norteamericano Dan Brown El Código da Vinci. Así, en la noche del miércoles explicó en una entrevista al telediario de la cadena italiana RAI2 que «no le quita el sueño pero que espera que el autor rectifique las mentiras del libro». El principal acusado en el libro de Brown, el Opus Dei, calificado como una organización maligna y tenebrosa capaz de asesinar para consolidar su poder, se expresa por primera vez sobre el best seller a través de monseñor Echevarría. Este dijo que «todos los días reza por el autor esperando que pueda rectificar porque sabe que está haciendo daño y que está engañando a la gente». «Ni 20 segundos de sueño» No obstante, el prelado del Opus aseguró que el libro no le quita «ni 20 segundos» de su sueño. «Son sólo las minorías las que promueven ataques y yo pienso que no lo harían si supieran que estos, en vez de alejar a la gente de la Obra producen la reacción contraria», añadió monseñor Echevarría. Mucho más duro se mostró en el telediario de la RAI2 el portavoz de la Obra, Giuseppe Corigliano, que llegó a calificar el libro, que ha vendido 25 millones de copias en todo el mundo, de «una falta de respeto ignorante a Jesús». En estos días, en Italia, se habla de una campaña de la Iglesia contra este ya polémico libro a raíz de la organización de un debate sobre el libro: «El Código Da Vinci. Historias sin historia» por la Oficina para la Cultura y la Universidad de la archidiódecis de Génova, y presidida por el arzobispo de la ciudad, Tarsicio Bertone, dirigida a desmontar los argumentos tratados por Brown.