Se trata de una playa artificial de 120 km que requirió 200 millones de metros cúbicos de arena, 50 hoteles de lujo, 4500 departamentos y villas.
Un complejo turístico de hoteles y residencias, destinado a Europa, basado en una mezcla de turismo de sol y playa, paraíso consumista de calidad y exotismo cultural.
Se pondrán en el mercado unas 400.000 habitaciones, servidas por vuelos directos desde las principales ciudades europeas a través de un megaaeropuerto.
Tres arrecifes artificiales que generan playas exóticas. Uno, ya está construido, el otro en construcción y el tercero, el más grande, en fase de proyecto.
Como en Dubai saben que el petróleo se acabará un día, ya invierten en generar una economía de conocimiento, sin olvidar el turismo.
Se espera que el proyecto esté acabado a principios del año que viene.
Islas de las Palmeras constituye el desafío más grande del comienzo de este siglo.
Un paraíso artificial creado por el hombre, eso sí al alcance de muy pocos.
Éste es el otro Golfo, del que se habla poco, centrados como estamos en la tragedia de la guerra de Iraq.