Naturaleza urbana

Fomentar el respeto al medio ambiente es uno de los valores que más demanda la sociedad actual. El efecto invernadero que ha provocado el cambio climático es constantemente criticado, no sólo por las asociaciones de ecologistas si no, cada vez más, por todos los ciudadanos, ya que repercute directamente en el estado de la naturaleza y en la vida de las personas. Ayer se celebró el Día Internacional del Árbol y por este motivo cerca de 200 escolares se desplazaron al Parque de Quevedo para entrar en contacto directo con los árboles y las plantas, ya que gracias a la actividad de sus hojas es posible «reciclar» gran parte del aire contaminado. La actividad en la que participaron varios colegios leoneses consistía en un recorrido medio ambiental por las calles del parque y está organizada por la Junta de Castilla y León, a través de la Consultoría Técnica de Medio Ambiente (Cotema). Una mañana muy didáctica Los estudiantes salieron ayer por la mañana de sus aulas para conocer de primera mano los árboles, saber cómo medirlos y diferenciar entre los que tienen hojas caducas o perennes. Para saber cómo orientarse en medio de un bosque fijando un punto de referencia y empleando la brújula, también sirvieron las actividades que realizaron ayer en compañía de siete monitores. «El objetivo es que los niños vean y conozcan los espacios verdes que les rodean. Descubrir la flora del parque a través de actividades lúdicas», explicó Francisco Javier Martínez Suárez, director de Cotema. Desde la consultoría se apuntó que esta es una de las mejores maneras de que los niños aprendan «a respetar y a valorar el medio ambiente». Los niños participaban en grupos de 25 personas. Los monitores les esperaron a la entrada del parque. Desde las 10.00 a las 13.00 horas los estudiantes fueron descubriendo las maravillas de la naturaleza del entorno urbano. Después de la intensa y divertida jornada educativa los alumnos fueron obsequiados con un pequeño árbol. Se repartieron de dos especies distintas, acebos y robles. Además, también se les entregó una bolsita con diferentes frutos secos para que los más pequeños, todos estudiantes de Primaria de entre 8 y 10 años, conocieran la aportación gastronómica de los árboles. Los niños descubrieron que la naturaleza no está tan lejos como parece. Descubrir y cuidar lo que tienen en su entorno más próximo también ayuda a mejorar el medio ambiente.