León contará con tres coches espías en sus carreteras desde esta semana

Guardias civiles en 132 coches camuflados, veintiún de ellos en Castilla y León, conducirán a partir de esta Semana Santa por las carreteras españolas en busca del infractor, al que darán el alto si viola la norma, con el objetivo puesto en las infracciones más graves y con mayor incidencia en los accidentes. Por provincias, se han distribuido tres vehículos en León, Valladolid y Soria, mientras que Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia y Zamora contarán con dos cada una. Los nuevos vehículos, que trabajarán de forma complementaria con los 124 camuflados que la Guardia Civil ya tenía para el control de velocidad por radar, fueron presentados ayer por el director general de Tráfico, Pere Navarro. «Presencia invisible» La filosofía es, explicó Navarro, «apoyar el patrullaje de los vehículos habituales» de la Benemérita, que han demostrado tener un efecto disuasorio sobre el conductor que los detecta, aunque existe una «tendencia» a «relajarse» una vez los deja atrás. El mensaje ahora es «no se confíe: cualquiera de los vehículos que están circulando puede ser un vehículo de vigilancia», resumió el director. La DGT ha concluido que la «presencia invisible» de estos agentes, «cuando su implantación es conocida por los conductores, genera comportamientos de conducción más positivos». Los vehículos serán de gama media, como la mayoría de los que circulan por las carreteras, de marcas y colores diferentes, con matrículas civiles, y rotarán por distintas demarcaciones cada tres meses, para evitar que el conductor llegue a identificarlos. Dentro irán dos guardias civiles, uniformados pero sin gorra, a la caza de las «infracciones graves en movimiento», como son la conducción temeraria o con velocidad inadecuada, los adelantamientos indebidos, invasión de la izquierda de la calzada y giros incorrectos.