La inspección ha detectado irregularidades administrativas y 25 sedaciones «inapropiadas»
La cúpula del hospital en el que se denunciaron casos deeutanasia, destituida
Un total de 57 pacientes recibieron tratamientos paliativos sin consentimiento
Sólo una semana después de que dos denuncias anónimas sacaran a la luz presuntos casos de sedación a enfermos terminales que acabaron muriendo en el hospital Severo Ochoa de Madrid ya se conocen los resultados de la investigación. El consejero de Sanidad y Consumo, Manuel Lamela, ratificó ayer en rueda de prensa el cese definitivo del coordinador de urgencias del citado hospital -lo estaba sólo de forma temporal- y explicó que también propondrá al Instituto Madrileño de Salud la destitución del director médico y del director gerente del centro. La investigación realizada pone de manifiesto la existencia de irregularidades administrativas significativas y aunque no descarta «mala praxis» en la administración de sedantes a enfermos, tampoco confirma que la hubiera. Lo que sí denuncia sin lugar a dudas es que el servicio de Urgencias del centro padecía «caos organizativo», y de ahí la destitución en bloque de la cúpula del hospital. El informe presentado por los seis inspectores que han trabajado en el caso revela tres tipos de irregularidades: sedaciones sin el consentimiento explícito de las familias (un total de 57 casos de 151 revisados), falta de seguimiento del protocolo de actuación para enfermos terminales (no podían permanecer más de 24 horas en Urgencias y muchos lo hacían) y sedaciones inadecuadas (un total de 25 casos de 339 historias clínicas revisadas). Conclusiones a la Fiscalía La más grave de las irregularidades detectadas es, sin duda, la sedación inapropiada que recibieron 25 pacientes que fallecieron, todos ellos, 24 horas después de recibir el tratamiento. A partir de ahora, una comisión formada por médicos del Severo Ochoa y tres expertos propuestos por la Comisión Superior de Sanidad estudiará, una a una, estas 25 historias clínicas y sus conclusiones serán trasladadas a la Fiscalía. Junto a todas estas irregularidades, la investigación encargada por Sanidad ha determinado también graves fallos en la guarda y custodia de las historias clínicas de los pacientes del Severo Ochoa e indicios de una presunta violación del deber de confidencialidad de los datos clínicos. Los investigadores encontraron un total de 70 consentimientos informados en un cajón sin estar unidos a sus correspondientes historias clínicas y al alcance de cualquiera. El consejero de Sanidad quiso desvincular las irregularidades detectadas de la calidad del hospital de Leganés y de todo el sistema sanitario. «Todas las medidas se han adoptado buscando el beneficio de los ciudadanos y de los profesionales, con el objetivo de garantizar la mejor atención sanitaria» MANUEL LAMELA Consejero de Sanidad de Madrid