Todo por los derechos civiles

El magistrado James Whittamore se convirtió ayer en el nuevo juez «justiciero» de los Estados Unidos con su decisión de no reconectar Terry Schiavo. Desde todos los sectores se daba por supuesto que el juez sucumbiría a las presiones políticas, después de la nueva ley del Congreso. Sin embargo, Whittamore sorprendía al país al apoyar las decisiones anteriores judiciales y mantener la situación actual. Nominado por el propio Bill Clinton para el sillón que ocupa, Whittemore se ha caracterizado por sus veredictos a favor de los derechos civiles. Entre sus sentencias se encuentra haber destapados grandes escándalos de corrupción en las escuelas públicas, o dar la razón a los padres que consideraban que la obligación de los uniformes iba en contra de su individualidad. Separación de poderes Cuando fallaba en contra de los padres volvía a abogar por los derechos individuales, principal base jurídica para desconectar a Terry al considerar que ella no quería vivir atada a una máquina, y dar prioridad al derecho a la libertad por encima del de a la vida. Pero además Whittemore tomaba una decisión que afectaba a toda la justicia norteamericana: la definitiva separación de poderes. Cuando el lunes el Congreso de los EE.UU. sacaba la «Ley para el consuelo de los padres de T. M Schiavo», temblaron los cimientos de la democracia norteamericana. Muchos han sido los expertos legales que se han posicionado en contra al considerar que el poder ejecutivo estaba invadiendo el poder judicial. Algunos afirmaron que el paso dado no tenía precedentes y era anticonstitucional.