El Papa se recluye para recuperar fuerzas tras el desgaste del domingo

Ayer, lunes de Pascua y fiesta en Italia, miles de peregrinos de todo el mundo esperaron en vano en la Plaza de San Pedro a que Juan Pablo II apareciese en la ventana de su estudio. Esta se ha mantenido cerrada durante todo el día ya que el Papa ha preferido, por esta vez, seguir el consejo de los médicos y dedicar la jornada del lunes del Ángel al reposo absoluto. Según fuentes vaticanas, el Pontífice está cansado tras la jornada de ayer y necesita un día de reposo absoluto. Es la primera vez en veintiséis años de pontificado que Juan Pablo II ha tenido que renunciar a la oración del tradicional Regina Colei que se celebra en este día. De todas formas no estaba en el programa del Vaticano que apareciese en la ventana a menos que esta decisión la tomase el propio pontífice en el último momento, como ya ha sucedido en otras ocasiones. Aunque ayer por la festividad del Lunes de Pascua los periódicos italianos no salieron a la calle, las ediciones digitales y las emisoras de radio han dedicado amplios espacios a la noticia del agotamiento del Papa que no deja de generar opiniones y especulaciones. Resaltaban que por primera vez en 26 años no participó en el canto del Regina Coeli. Radio Vaticano, la oficial de la Santa Sede, admitía ayer que la celebración del Lunes de Pascua se vio «ensombrecida por los sentimientos de preocupación por la salud de Juan Pablo II». Se refirió al «sufrimiento del Papa», y a su aparición de doce minutos el domingo, en «una bendición que difícilmen-te podremos olvidar». El poderoso cardenal alemán Ratzinger afirmó el jueves que el Papa está «lúcido y dirige la Iglesia» y que «el problema del gobierno nunca se planteó». Las televisiones públicas ita-lianas señalan, sin embargo, que el Papa está seguramente «lúcido» pero «no en estado de gobernar».