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Publicado por
León

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Hay que recordar que, junto a los beneficios energéticos derivados del reciclaje, la basura tecnológica contiene componentes tóxicos que suponen un riesgo para la salud y el medio ambiente. Además del cadmio (cancerígeno) utilizado para evitar la oxidación en los circuitos impresos de los ordenadores, el plomo (puede afectar al sistema nervioso y al desarrollo de las células sanguíneas) se emplea en las soldaduras de los equipos electrónicos, las baterías y los tubos de los rayos catódicos. Sirva como ejemplo que un monitor contiene entre 1,8 y 3,6 kilogramos de plomo, que las baterías de los ordenadores incluyen cadmio y que las pantallas planas tienen mercurio entre sus componentes. También se incluyen sustancias halogenadas, PVC, retardadores de llama, componentes bromados, asbestos y arsénico. No se deben olvidar los riesgos derivados de la evaporación de sustancias nocivas y que, en caso de incendio, también se liberan dioxinas y furanos. Para paliar estos problemas, la UE ultima una directiva que prohibirá que los nuevos aparatos contengan metales pesados, a la vez que se buscarán alternativas.