La quiromancia puede tener una base científica ya que las líneas se desarrollan en la gestación
La salud y la inteligencia están escritas en las líneas de la palma de la mano
Los trazos más curvos y pronunciados alertan sobre posibles defectos genéticos
La quiromancia ha sido considerada desde hace mucho tiempo la reina de las «ciencias de la adivinación». Pero ahora parece que se puede ver desde una perspectiva más científica y se convierte en un medio capaz de predecir no sólo la capacidad intelectual, sino nuestra predisposición a distintas enfermedades. La gran cantidad de líneas, bifurcaciones y dibujos que caracterizan la palma de la mano son exclusivas de cada persona. Ese hecho ha sido explotado desde hace muchos años por la técnica forense para buscar a los posibles delincuentes. Las líneas de la mano pueden ofrecer también claves sobre la inteligencia de la persona y se dice que los que tienen un coeficiente intelectual (IQ) muy alto, presentan un dibujo especial. Ahora, los científicos dicen que han descubierto que la dermatoglífica, es decir, la ciencia que explica el significado de las líneas de la mano, aporta pruebas que no sólo sugieren sino que quizá confirman la posibilidad de que un niño tenga diabetes durante la adolescencia. Según James Sinclair, Investigadores del University of Manchester Institute of Science and Technology (UMIST) creen que hay razones suficientes para creerlo así pues, como esas líneas indican hechos que se han producido durante el embarazo, por ejemplo alteraciones del metabolismo, revelan anomalías cromosómicas que pueden tener consecuencias en la vida de la persona. Líneas de niños diabéticos Este es el último descubrimiento producido tras una serie de estudios en todo el mundo que confirman la importancia cada vez mayor de las líneas de la mano. Por ejemplo, ya se acepta generalmente que los niños con un IQ inferior a 70, que indica que tendrán dificultades con el aprendizaje, tienen un dibujo de la mano muy parecido. El equipo del UMIST, bajo la dirección del profesor Bernard Richards de informática médica, han estudiado por ordenador los dibujos de la mano de 50 niños concentrándose en las dos líneas verticales que discurren entre el dedo gordo y la muñeca. Tomaron imágenes de la mano de niños de 6 años, que volvieron a analizar cuando habían cumplido los 18. Los científicos descubrieron que en los niños diabéticos, la línea que va desde el dedo gordo a la muñeca se unía a otra segunda, formando un ángulo obtuso en un punto situado un centímetro por encima. El diagnóstico precoz de la diabetes ofrece a los padres y a los médicos la posibilidad de tratar más eficazmente la enfermedad. Otros equipos estudian posibles indicativos de enfermedades cardíacas, autismo, ansiedad, esquizofrenia e incluso muerte por embolia. La importancia de este trabajo para la sociedad es que este método de diagnóstico se puede aplicar fácilmente en países pobres o en regiones alejadas de centros médicos, según el profesor Richards. Este diagnóstico no requiere hospitalización ni grandes instalaciones, sino una simple lupa. Anomalías cromosómicas El equipo del UMIST ha descubierto también pruebas de que las líneas de la mano pueden indicar anomalías cromosómicas. Para ello han comparado las manos de 140 niños y han descubierto que, los que presentan más curvas y bucles en los dedos y líneas más pronunciadas en la palma, tienen más defectos genéticos. Otros estudios han demostrado que los niños con líneas más profundas tienen cuatro veces más probabilidad de tener un IQ bajo. Los investigadores han descubierto que, entre los niños con discapacidades mentales, hay mucha mayor incidencia de huellas digitales anormales, con más bucles desviados hacia la derecha que verticales. De acuerdo con estos resultados, han llegado a la conclusión de que las llamadas líneas simias de la palma de la mano, que muy pocas personas presentan, podrían ser un claro indicativo de discapacidad mental. Lo que hace que la dermatoglífica sea importante para descubrir anomalías y enfermedades es que las líneas de la mano se desarrollan en momentos concretos del estado del feto. Por ejemplo, las huellas dactilares empiezan a formarse alrededor de la semana decimotercera y ya están terminadas en la semana 18, es decir, en el momento crítico en el que empieza a desarrollarse el cerebro. Muchos factores a los que se ve expuesto el feto, como infecciones o fallos en la nutrición, pueden afectar al dibujo de las líneas de la mano y al mismo tiempo al desarrollo de otros órganos. En otros estudios recientes, se han descubierto muchas líneas simias en la mano de personas que han muerto por embolia. Aunque esta relación es relativamente controvertida, estos trabajos relativamente nuevos han conseguido un gran prestigio en los últimos 50 años.