Chirac confirma su presencia en el entierro a la espera de la primera declaración de Alberto II
Los monegascos lloran a Rainiero pero retoman la actividad comercial
El primer ministro, Patrick Leclerq, representará al Estado en las exequias del Papa El Gobiern
A las puertas del palacio los vecinos dejaron ayer ramos de flores con los colores monegascos
Los monegascos han sido fieles a la filosofía de su fallecido príncipe y no han permitido que el duelo impida la reanudación de la vida económica. Alberto II, profundamente afectado, no se ha dejado ver ni tampoco ha dirigido el esperado mensaje a sus súbditos. Sólo mediante un comunicado ha excusado su presencia en los funerales de hoy en el Vaticano. Aflicción en palacio Alberto II no ha abandonado el palacio desde el fallecimiento de su padre. Dedica el tiempo a sus hermanas, profundamente afectadas, y a la preparación de los funerales. Hoy en Roma será el ministro de Estado Patrick Leclerq quien les represente. En este país oficialmente católico, los retratos de Juan Pablo II y Rainiero reposan juntos a los pies del altar mayor de la catedral donde el día 15 se celebrarán los funerales por el aristócrata. El templo sólo tiene capacidad para mil personas, pero seis pantallas gigantes instaladas en otras tantas iglesias permitirán al público seguir la ceremonia. El presidente francés, Jacques Chirac, fue el primero en confirmar su asistencia, aunque sus relaciones con el fallecido no fueran precisamente cordiales. Las uñas, sin pintar En Palacio están «desbordados» por tantas muestras de afecto y no dan abasto para responder a la avalancha de pésames. Junto a la antigua estación se ha instalado una enorme carpa donde se depositan los miles de coronas de flores que están llegando desde todo el mundo. Ayer se decidió adelantar al mediodía del domingo la apertura de la capilla ardiente para que los 32.000 residentes del Principado puedan dar su último adiós al soberano. La entrada no es apta para los turistas, que sí pueden comprar recuerdos en las inmediaciones. El Casino volvió a abrir sus puertas a las 11 de la mañana de ayer y sólo cerrará de nuevo el día de las exequias. Los funcionarios han acudido al trabajo con traje oscuro y corbata negra y ellas con las uñas sin pintar. Así lo harán durante el mes de luto oficial en el que tienen prohibido además participar en cualquier evento festivo. Cines y teatros han suspendido sus sesiones hasta después del funeral y todas las festividades puramente monegascas han sido anuladas. Con todo, el Palacio de Mónaco recibió ayer por correo electrónico miles de mensajes anónimos de todo el mundo que recuerdan la figura de Rainiero, fallecido a los 81 años.