El príncipe Rainiero será enterrado «en la más estricta intimidad»
Ernesto de Hannover mejora pero sigue en reanimación
Mónaco se prepara para los funerales de su jefe de Estado, previstos para el viernes
El estado de salud del Príncipe Ernesto de Hannover, esposo de la princesa Carolina de Mónaco, «mejora», pero sigue en reanimación en el hospital, informó ayer su secretariado. En un breve parte médico, los facultativos que lo atienden indican que «el estado de salud de su Alteza Real el Príncipe Ernesto Augusto de Hannover mejora y los exámenes biológicos evolucionan favorablemente». Sin embargo, agregaron, «complicaciones aún posibles justifican su mantenimiento en reanimación» en el hospital Princesa Grace de Mónaco, en el que ingresó el pasado martes debido a una pancreatitis aguda. El escueto informe médico concluye anunciando que «un nuevo boletín será divulgado posteriormente». Se trata del segundo comunicado oficial desde el pasado viernes, cuando su Secretariado indicó que el príncipe, de 51 años, se encontraba «grave», por lo que precisaba de atención médica «permanente». Con esa información oficial, el Palacio de Mónaco salía al paso de noticias alarmantes que llegaron a indicar que el esposo de Carolina se encontraba en estado de coma. La hospitalización del príncipe Ernesto de Hannover se produjo la víspera del fallecimiento de Rainiero de Mónaco, a los 81 años, tras una larga agonía y cuyo funeral tendrá lugar el próximo viernes. El príncipe Rainiero será enterrado «en la más estricta intimidad» en una ceremonia que tendrá lugar el viernes o el sábado próximos, y sus restos reposarán en el ábside de la catedral del Principado junto a los de su esposa Grace, informó ayer el ministro de Estado, Patrick Leclercq. El jefe del Gobierno monegasco no precisó si el entierro tendrá lugar el viernes por la noche, después de la Misa de Requiem que seguirá a los funerales de Estado, o el sábado por la mañana. Tras las visitas realizadas el domingo por los trabajadores del palacio y los monegascos y residentes a la capilla ardiente de Rainiero, ayer fueron los altos funcionarios los que dispusieron de la ocasión de rendirle un último tributo.