La obesidad reducirá en dos años la esperanza de vida en este siglo

Por primera vez en la historia, desde que el hombre está sobre la Tierra, la esperanza de vida no va a seguir elevándose gracias a los avances médicos y sanitarios. A pesar de la mejora en la calidad de vida y los avances de la ciencia, los endocrinos y entidades internacionales como la OMS consideran que en las próximas generaciones, quienes ahora son niños o están por nacer, vivirán menos años que sus padres. Y el motivo es la obesidad, una enfermedad que los endocrinos ya consideran epidemia mundial y que traerá muy serias complicaciones si no se toman médicas radicales y globales ya. «Nos encontramos por primera vez en la humanidad una población joven que va a estar expuesta a los problemas de la obesidad durante muchas décadas, la mayor parte de sus vidas», advirtió ayer Felipe Casanueva, jefe del servicio de Endocrinología del Hospital Universitario de Santiago, durante la jornada de obesidad que congregó a numerosos especialistas en el Salón Internacional de Salud que se celebra en Santiago. Dos años menos Como apunta el doctor Bartolomé Burguera, del hospital de Palma de Mallorca, a día de hoy las previsiones ya apuntan a que dentro de 50 años la esperanza de vida se habrá reducido en dos respecto a la actual, y todo por los factores que desencadenan la obesidad: principalmente el sedentarismo y la alimentación inadecuada. Pero además de proteger a las generaciones futuras, los ponentes analizaron los sistemas para tratar a los pacientes actuales, más del 15% de la población. El cirujano italiano Valerio Cigaina presentó uno de los tratamientos más llamativos: un sistema de marcapasos que se implanta mediante cirugía mínimamente invasiva en el estómago y que ayuda a adelgazar sin necesidad de recurrir a la intervenciones quirúrgicas de reducción de estómago. Según Cigaina, este marcapasos, que está pensado para llevarse de por vida, modifica el ritmo de movimientos estomacal y varía la secreción de ciertas hormonas, lo que provoca que el paciente no sienta tanta necesidad de comer y pierda peso. Sin recuperar peso El aparato logró que una paciente con obesidad mórbida de 150 kilos y una estatura de 1,60 metros perdiese 50 kilos en año y medio y que no recuperase peso en la última década. El tratamiento se ha utilizado desde 1998 en más de un centenar de pacientes en varios países, aunque no en España. Aunque ha tenido buenos resultados a corto plazo, no se conocen sus efectos a largo plazo. «Las enfermedades crónicas causan dos tercios de las muertes y la mitad están ligadas a la obesidad» BASILIO MORENO Endocrinólogo