Gente de aquí | Los desayunos del corazón
Pan, leche y proteínas
Escolares de diez colegios de León participan en una iniciativa puesta en marcha por panaderos y farmacéuticos para enseñar las bases de una alimentación correcta y una dieta sana
Una naranja, un bollo de pan, leche, miel y una botella de aceite de oliva esperaba sobre las mesas del comedor 2. José Carlos esperaba aceitunas porque el aceite como que le daba algo de reparo, pero al final comió de todo y con ganas. Él, como todos sus compañeros, aseguraba que en casa desayuna leche con galletas. No es la comida perfecta pero si más adecuada que la que hacen ese 10% de los niños que, según las encuestas, no comen nada a primera hora o ese 4% que llega a la comida sin haber ingerido nada. Mientras las mesas estaban dispuestas, casi un centenar de niños del Colegio de los Padres Agustinos acudían a una charla, impartida por la farmacéutica Trinidad García Arias sobre la importancia de un desayuno saludable. García Arias, profesora de Nutrición, explicó a los pequeños que un buen desayuno es la mejor manera para sentar las bases de una alimentación correcta que garantice el crecimiento adecuado, el rendimiento físico y mental idóneo y la lucha contra la obesidad. Les explicó los nutrientes que hay en cada alimento y cómo, sólo comiendo de todo, se puede mantener una dieta perfecta. La charla formaba parte de la campaña «Los desayunos del corazón», implantada por la Consejería de Educación, la Federación de Organizaciones de Panadería de Castilla y León y el Colegio Oficial de Farmacéuticos, en la que ayer participaron diez colegios leoneses. Un total de setenta y tres centros docentes se interesaron por participar en este proyecto por lo que se extenderá en los próximos años. Esta iniciativa persigue «concienciar de la importancia de una buena alimentación no sólo en el rendimiento diario de los escolares sino también como medida de prevención de hábitos alimenticios perjudiciales para su salud», explicó el director provincial de Educación Emilio Gutiérrez. García Arias indicó a los niños, de seis y siete años de edad, que en el desayuno han de comer cereales, leche, fruta y aceite de oliva, además de beber agua que aportarán los hidratos de carbono básicos para la dieta, el calcio y las proteínas imprescindibles para la formación de los huesos, la energía y las vitaminas necesarias para evitar enfermedades y regular los distintos procesos del cuerpo. La primera comida del día debe, con estos alimentos, aportar el 25% de los nutrientes y calorías ingeridos en cada jornada. Por ello, es fundamental «dedicar quince o veinte minutos al desayuno, hacerlo con calma y sentados a una mesa y nunca salir de casa sin haber comido». No efectuar un almuerzo correcto genera menor capacidad de concentración y menor rendimiento físico e intelectual. ¿Qué has aprendido?, preguntaron a un escolar tras su paso por el comedor. «Que hay que comer de todo. He aprendido a desayunar correctamente», explicó en un papel de docente improvisado. Era el objetivo..